Un fin de semana para descubrir dos lugares sorprendentes de la provincia de Guadalajara. Esa provincia que no te viene tanto a la cabeza cuando quieres organizar una escapada épica y que sin embargo tiene mucho que ofrecer.
Atienza y Siguienza son dos de esos lugares con encanto que desde hace siglos esconden secretos, leyendas y rincones que te hacen viajar en el tiempo.
En una escapada de fin de semana pueden visitarse las dos villas, dedicando un día a cada una será suficiente para conocer su riqueza artística, su historia y tradiciones, incluyendo su exquisita gastronomía que es un auténtico lujo para cualquier paladar.
Qué ver en Atienza, ciudad de caballeros
La pequeña villa de Atienza se encuentra a 150 km de Madrid, a unas escasas dos horas en coche
Según llegamos al pueblo de Atienza nos saluda su castillo vigilante en lo alto del risco, sobre cuyas faldas se cuelga la ciudad y sus protectoras murallas muy bien conservadas.
Codiciada durante siglos por su estratégica posición geográfica y su importancia como enclave defensivo. Atienza ha sido testigo de batallas, conquistas, reconquistas y residencia de reyes. Alcanzó un tamaño considerable, llegando a tener durante la Baja Edad Media hasta 10.000 habitantes y una docena de iglesias.
La mejor forma de descubrir Atienza es perderse y pasear por sus calles empedradas, el pueblo no es muy grande así que en un día puedes recorrerlo e ir descubriendo preciosos rincones. Tiene dos plazas curiosas por su forma triangular, con casas tradicionales, pórticos y blasones que nos hablan de la historia y abolengo que tuvo la ciudad.
La Plaza del Trigo o plaza del Mercado
También conocida como plaza del Mercado precisamente porque se celebraban aquí. Tiene sus costados cubiertos de soportales con pilares de piedra o madera, un armónico conjunto en el que destacan la Iglesia de San Juan, la casa del Cabildo y un curioso balcón con forma de esquina.
La plaza de España
También triangular, se comunica con la plaza del trigo por el Arco de arrebatacapas (llamado así por los fuertes vientos que solían soplar en este paso y hacían caer las capas de los cofrades) aquí se encuentra actualmente el Ayuntamiento. También tiene dos de sus lados cubiertos de soportales y existen varios edificios de distintas épocas pero todos de tradición castellana.
Una preciosa fuente de piedra adorna el centro de la plaza, la fuente de los delfines del S.XVIII. En Atienza nada desentona, todo parece estar colocado en el sitio preciso para darle gracia al conjunto.
Atienza mantiene muy bien conservada gran parte de su doble línea de murallas defensivas del S.XII, perfectamente adaptadas a la orografía. Quedaron parcialmente destruidas en el S.XV y posteriormente fueron reconstruidas.
Aún se conservan bastantes iglesias de las hasta doce que llegó a tener esta villa, en su interior albergan interesantes museos. La entrada a las iglesias y su museo cuesta 2€ , o 4 € la visita a los tres, sin duda merece la pena.
Iglesia de San Gil
Bonita iglesia románica del S.XII, que fue prácticamente reconstruida en el S.XVI , el ábside es la única parte originalmente románica que permanece. En su interior se aloja el museo de San Gil que muestra una colección de Arte Sacro, proveniente de las distintas iglesias que tuvo Atienza. También exponen una interesante exposición de orfebrería y arqueología.
Horario de visita: Sábados, domingos y festivos 11 a 14 y de 16 a 19 h
Iglesia de San Bartolomé
Iglesia del S. XIII ubicada en la parte baja de la villa, es un precioso ejemplo de románico castellano. En su interior se encuentra un museo de arte religioso, muestra de pintura, escultura, orfebrería y paleontología.
Horario de visita: Sábados, domingos y festivos de 16,00 a 19,00h.
Iglesia de la santísima Trinidad
Iglesia del S.XIII, inicialmente barroca, se ha ido completando y reconstruyendo con diferentes estilos y cuyo resultado es realmente magnífico. A parte de los retablos y tallas de increíble belleza, alberga en su interior un museo de Arte Sacro y una muestra de la Historia de la Caballada, que es la tradición más característica de Atienza.
Horario de visita: Sábados, domingos y festivos de 16,00 a 19,00h.
El castillo de Atienza
Es la imagen por excelencia de Atienza. Punto clave de protección de fronteras, primero para los celtíberos ( los Titos, que bautizaron a la ciudad con el nombre de Tithia), después romanos que encontraron gran resistencia para ocupar la ciudad. Los musulmanes se asentarían posteriormente construyendo una alcazaba defensiva que pasaría de unas manos a otras para acabar de forma definitiva en manos de los cristianos tras la reconquista. Las ultimas batallas que se libraron desde este castillo tendrían lugar entre la corona de Castilla y la corona de Aragón.
Estratégicamente enclavado en la parte más alta de un risco desde aquí se divisa todo horizonte, se disfruta de unas estupendas vistas de toda la ciudad y su entorno, su silueta marca la identidad de la villa. El Cid Campeador ya se refirío a Atienza como una “Peña muy Fuerte” por la imponente imagen de su castillo.
Pero no sólo de bellos edificios e históricas construcciones disfrutarás aquí, la gastronomía de Atienza es famosa también. No puedes pasar por esta pequeña villa sin probar sus productos locales elaborados de forma tradicional que tanta fama le han dado. Quien no ha oído hablar de sus famosos asados al horno de leña como mandan las tradiciones.
Los asados son el plato estrella, cordero y cabrito, Atienza también presume de sus productos de matanza (chorizo, jamón ), platos de caza, trucha de los ríos y arroyos de la zona, migas, gachas y productos de la huerta: setas de cardo, boletus, níscalos y la preciada trufa de la zona.
Para acabar no podían faltar sus postres artesanos como los bizcochos borrachos, yemas, roscas … todos con el sabor del horno tradicional.
🍽️ Dónde comer en Atienza
- El mirador de Atienza, aunque por fuera no es el típico lugar con encanto que te invita a entrar, merece la pena probar su cocina. Además de una excelente comida disfrutaras de unas estupendas vistas de todo el campo castellano. Cocina tradicional con platos típicos elaborados con un estilo muy innovador.
. El palacio de Atienza, ubicado en una mansión del S.XVII, es hotel y restaurante. Este último se ha instalado en las antiguas caballerizas. Sólo el lugar ya merece una visita, el restaurante acristalado con vistas al jardín en un entorno muy bonito y agradable. Cocina elaborada con productos de la zona . Nuestra visita es en temporada de setas: los niscalos estaban buenísimos.
En el camino desde Atienza y a unos 14 km de Sigüenza descubrimos las curiosas salinas de Imon insólito paisaje con piscinas de color rosa. Se tiene constancia de su existencia desde el SXII, hoy en día abandonadas, durante el reinado de Carlos III llegó a ser una de las mayores explotaciones de la península Ibérica.
Qué ver en Sigüenza, cuna de obispos
Sigüenza se encuentra a 132 km desde Madrid y a 32 km de Atienza . Es una villa medieval perfectamente conservada que fue creciendo a las faldas de su impresionante castillo que fue defensivo y residencial durante siglos.
Al igual que Atienza, esta ciudad fué muy codiciada por su localización clave, dominando la vega del río Henares. Sus primeros pobladores los celtíberos, la denominaron Segontia, pasó por manos romanas, visigodas, musulmanas y definitivamente cristianas tras la reconquista en 1124. Su máximo explendor lo alcanzó en el S. XV con el Cardenal Mendoza.
El castillo de Siguenza
En la parte más alta de la ciudad es un buen punto para empezar a descubrir esta sorprendente ciudad. Es un auténtico castillo medieval, de caballeros, de armadura y torneos, de almenas y princesas, que alberga desde 1970 el Parador nacional de Turismo.
Se construyó en el S.XII sobre una alcazaba árabe del S.VIII, residencia de obispos durante siete siglos, las guerras carlistas y posteriormente la Guerra civil española lo dejaron prácticamente destruido por lo que ha sido reconstruido en gran parte de la edificación.
Sigüenza también conserva parte de sus murallas, que rodean al casco viejo, y se mantienen aún la Puerta del Toril, la Puerta del Hierro, la Puerta del Sol, Portal Mayor y Arquillo de San Juan
La plaza Mayor
Descendiendo desde el castillo por la calle Mayor llegamos a la plaza Mayor, de estilo renacentista. Fué construida en el S. XV por el Cardenal Mendoza. Una preciosa plaza empedrada donde inicialmente se instalaba el mercado, con dos lados porticados (para protegerse de las inclemencias del tiempo) y que posteriormente ha sido escenario de corridas de toros y otros eventos. La antigua casa de los Deanes aloja a día de hoy el Ayuntamiento
La catedral de Sigüenza
En la zona norte de la plaza, es una auténtica maravilla del gótico cisterciense, alberga en su interior muchos de los restos de los obispos que pasaron y mandaron por aquí. Su construcción ya muestra que no solo tenía fines religiosos, las dos torres almenadas dan idea también de su inicial carácter defensivo.
Su visita merece la pena, tiene joyas como la curiosa sacristía con su bóveda de las 3000 cabezas, cuyo techo abovedado tiene esculpidas más de 3.000 cabezas, no todas de personajes ilustres. El claustro, el maravilloso coro en la zona central de la catedral y la famosa capilla del Doncel . Una visita sin duda imprescindible, mejor con audioguía o visita guiada.
En el claustro de la catedral podrás admirar la curiosa colección de faroles el claustro y que son mostrados con orgullo en la procesión de los faroles en semana santa
En una de las capillas de la catedral se encuentra la famosa escultura del doncel de Sigüenza, conocida como una de las mejores obras funerarias del mundo. Esta escultura funeraria es un reclamo turístico, ya que esta pequeña capilla atrae la visita de miles de turistas cada año, representa la imagen de un joven recostado leyendo con traje de batalla
Catedral de Sigüenza: Tarifas y horarios
Con la entrada de la catedral puede visitarse también el Museo Diocesano de Arte Antiguo de Siguenza
La Iglesia de Santiago
Preciosa iglesia del románico medieval seguntino del S.XII. Ubicada en la calle Mayor, quedó prácticamente destruida durante la Guerra Civil y sumida en el abandono durante años. Ahora se encuentra en reconstrucción y pasará a albergar el Centro de Interpretación del Románico cuando concluyan las obras de restauración. Conciertos, exposiciones y otros eventos culturales ocuparán ahora este espacio.
Para visitarla consulta en la Oficina de Turismo de Sigüenza
Iglesia de San Vicente Martir
Un pequeño templo románico, que junto con la catedral y la Iglesia de Santiago forman el trío del románico en Sigúenza. Esta pequeña iglesia data del S.XII y tiene la curiosidad de que su pórtico no está centrado respecto al eje, si no en la parte izquierda. El interior es sencillo, con una sola nave y una talla de un cristo del siglo XII-XIII
Para visitarla consulta en la Oficina de Turismo de Sigüenza
También merece una visita a la plaza Nueva donde se encontraban la antigua cárcel, el ayuntamiento o la posada del Sol y que hoy
Como en Atienza, hay que disfrutar Sigüenza con el paladar, en esta zona se come realmente bien. Hay oferta para todos los gustos restaurantes, mesones, cafeterías, o bares de tapeo.
🍽️ Donde comer en Sigüenza
Bar Alameda, en el paseo de la Alameda frente a la Ermita del Humilladero, un gastro-bar para ir de tapas al más puro estilo del País Vasco. Ofrece una gran variedad de tapas frías o calientes bien elaboradas, con productos de calidad y exquisitamente presentadas. Una de las más típicas “el perdigacho”
Restaurante Nôla , ubicado en el antiguo edificio de la casa del Doncel, ambiente con mucho encanto y una cocina tradicional reinventada, unos platos que realmente te dejan con la boca abierta: No dejéis de probar el ravioli de boletus y su versión de la tradiconal torrija, reinventada con un pan estilo brioche,,, exquisita.
Me encantó Atienza!!! un pueblo encantador la verdad.