New Town de Edimburgo: guía completa para descubrir su historia, secretos y rincones con encanto
Reconocerás la New Town de Edimburgo por sus elegantes edificios georgianos y victorianos, así como por sus amplias avenidas señoriales avenidas, salpicadas de jardines y espacios llenos de encanto.

Es el barrio más señorial de Edimburgo asi que si quieres saber que ver y que hacer en la New Town, sigue leyendo porque estás en el lugar correcto.
Índice de contenidos
ToggleUn poquito de historia de la New Town
La New Town de Edimburgo o ciudad nueva, no es en realidad tan nueva. Estamos hablando de una ampliación de la Old Town, en pleno siglo XVIII.
La vieja ciudad de Edimburgo era un intrincado laberinto de callejones y edificios apretados, con una población creciente, que demandaba cada vez más espacio.

Sin alcantarillado y sin espacios libres, era un lugar cada vez menos atractivo para las clases más acomodadas.
En 1766 quisieron dar vida a una zona nueva en la ciudad, más ordenada y elegante, proyectada hacia el futuro.
El encargado de hacerla realidad fue el joven arquitecto James Craig, que propuso un diseño en cuadrícula, con avenidas principales como George Street, flanqueada por Queen Street y Princess Street, y amplias plazas ajardinadas como St. Andrew y Charlotte Square.

Craig quería mostrar que Escocia, al igual que Londres, podía brillar con confianza y belleza.
Era la materialización del impulso de la Ilustración escocesa, un periodo en el que figuras como David Hume o Adam Smith defendían la razón, el progreso y el pensamiento crítico.
Así, la New Town no solo encerraba calles armoniosas, sino también el latido de un movimiento intelectual que buscaba reflejarse en el urbanismo.

Entre 1767 y 1830, la ciudad se extendió sobre tierras que antes ocupaba el Nor Loch, un lago medieval, que llegó a convertirse en un vertedero, no apto para el nuevo concepto ilustrado.
Lo drenaron y, en su lugar, nacieron jardines como los Princess Street Gardens, y se alzaron edificios de arenisca, que hoy siguen intactos.
Esa forma de hacer ciudad, con geometría, espacios verdes y estética ilustrada, fue tan coherente y elegante que terminaron designando a la Old Town y New Town como Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Que ver en New Town
Principales calles y plazas de la New Town
Las principales arterias que vertebran la New Town, son Princess Street, George Street y Queen Street.
Princess Street
Princess Street es la calle más animada y dinámica de Edimburgo. Separa la Old Town de la New Town y, desde ella, tendrás unas impresionantes vistas del Castillo de Edimburgo y de la Ciudad Vieja y, por tanto, podrás apreciar el contraste entre historia y modernidad.
Uno de los edificios más emblemáticos y majestuosos de esta calle es el hotel Balmoral. Una espléndida construcción que aloja un lujoso hotel, solo apto para los bolsillos más pudientes.

Reconocerás su inconfundible y curioso reloj, que siempre está adelantado tres minutos. Se dice que así los huéspedes y viajeros no perderán sus trenes, en la cercana estación de Waverley. Tan solo marca la hora real durante la Nochevieja, justo antes de la medianoche.

En sus lujosas habitaciones se han hospedado e inspirado huespedes y personajes famosos, como la escritora J.K.Rowling que estuvo alojada aquí, para escribir el ultimo libro de la saga “Harry Potter y las reliquias de la muerte”.
Al final de la calle Princess Street, en la esquina con Lothian Road, están las iglesias de St John y St. Cuthbert y el Caledonian Hotel, curioso porque está construido de arenisca roja.
George Street

George Street es el eje central del New Town de Edimburgo, paralela a Princess Street.
Lleva el nombre del rey Jorge III y conecta dos plazas St. Andrew Square con Charlotte Square.
Una avenida señorial y de proporción perfecta.
Sus elegantes edificios victorianos acogen cafés, librerías y tiendas con encanto, manteniendo ese aire refinado y moderno al mismo tiempo.
Y si alzas la vista, fíjate en que muchas de las ventanas están cegadas o tapiadas (“dummy windows”). Estas ventanas ciegas fueron la consecuencia directa a un impuesto, que introdujo el rey Guillermo II, en 1696.
Este impuesto gravaba a las familias, basandosé en el número de ventanas de su vivienda (a mayor número, más acomodados serían los bolsillos y más alto era el impuesto a pagar). Tapiarlas fue una calculada forma de evadir este impuesto y es una curiosidad de la New Town, que pasa desapercibida a simple vista.

En los extremos de George Street se encuentran dos plazas gemelas, cada una con su propia historia y personalidad:

St. Andrew Square, al este, fue la primera plaza de la New Town, y rezuma elegancia. El imponente Melville Monument, dedicado a Henry Dundas, y la icónica Dundas House, hoy sede del Royal Bank of Scotland, dominan este espacio neoclásico, que también fue el epicentro financiero en su momento.

Charlotte Square, al oeste, fue residencia de ilustres figuras como Alexander Graham Bell y Joseph Lister.
En el número 7 de esta plaza hay una casa-museo típica georgiana, que puedes visitar y viajar en el tiempo hasta la opulenta vida, que siglos atrás, tenía la clase alta de Edimburgo.
Queen Street

Queen Street es la última de las tres calles paralelas de la New Town. Está situada más al norte y su nombre es un guiño elegante a la reina Carolina, esposa de Jorge III.
Queen Street tiene edificios solo en el lado sur; al norte, lo que ves son sus jardines privados, los Queen Street Gardens, un oasis luminoso que casi nadie recorre y donde, dicen, el pequeño Stevenson jugaba mientras soñaba con su Isla del Tesoro.
En esta elegante avenida tenian su residencia personajes importantes, como David Hume, y caminando hacia el Este llegarás a la Scottish National Portrait Gallery.
El monumento a Walter Scott

No sé si sabes quien fue Walter Scott, lo que seguro que reconoces son los títulos de dos de sus novelas, mundialmente famosas: Ivanhoe y Rob Roy. Estas obras, que le dieron fama internacional, además contribuyeron a cimentar la imagen romántica de Escocia.
Walter Scott no fue solo novelista, tambien fue historiador y poeta; el monumento levantado en su honor es una enorme aguja gótica, de más de 60 metros de altura, ubicada en los jardines de Princess Street.

Comenzó a construirse en 1840 y su piedra gris ha ido tornándose oscura, como la mayoría de los edificios de Edimburgo. Es una obra maestra del gótico victoriano.
Se puede subir a la parte superior del monumento, por una escalera de caracol de 287 escalones. Merece la pena el esfuerzo; hay plataformas intermedias, para observar el entorno a distintas alturas, y desde su cima tienes una buena panorámica del Castillo de Edimburgo, la Old Town y Carlton Hill.
En el centro del arco principal se encuentra la enorme estatua de marmol en honor al escritor, rodeada de numerosas figuras, que representan a los personajes de sus novelas.
Princes Street Gardens

Este apacible jardín, lleno de praderas y avenidas arboladas, hace siglos era un lugar mucho menos idílico.
El agua cubría este lugar, formando un lago artificial, el Nor Loch. Durante la Edad Media, sirvió como foso defensivo bajo el castillo, a la vez que vertedero y lúgubre escenario de ejecuciones e incluso duros rituales de «pruebas de brujería»

Este tétrico lago era considerado foco de insalubridad y fuente de olores nauseabundos.
En el siglo S.XVIII fue drenado por completo y hoy aloja las bonitas praderas y senderos de Princess Streets Gardens, quedando en el olvido su oscuro pasado.
En 1903, los jardines inauguraron el primer reloj floral del mundo. Un reloj formado por plantas y flores, que cada temporada muestra un aspecto distinto. Cambian su diseño con temas visuales que narran aniversarios, homenajes y otro tipo de celebraciones.
Fuente de Ross: elegancia francesa con controversia local

En el extremo oeste, de los Princes Street Gardens, bajo la mirada atenta del castillo de Edimburgo, se alza la impresionante Ross Fountain.
Fundida en Francia, adornada con sirenas, musas (de la ciencia, las artes, la poesía y la industria) y coronada con una figura femenina sosteniendo una cornucopia, es una de las estrellas indiscutibles de los jardines.
Fue adquirida en una exposición londinense y llegó en 122 piezas, en 1869. Se inauguró en su ubicación actual en 1872. Aunque causó polémica entre ciertos sectores conservadores, por su estética atrevida, ha resistido el paso del tiempo y hoy luce perfecta con sus espectaculares tonos turquesas y dorados.
Los Mews: rincones escondidos muy especiales

Además de las grandes avenidas, señoriales edificios y relajantes jardines tupidos de vegetación, en la New Town hay rincones con un encanto único y la magia de estar apartados del ajetreo de las calles principales.
Los mews son estrechas callejuelas adoquinadas, originalmente portalones para carruajes y establos, apartados de la entrada principal de las viviendas señoriales.

Su origen se remonta a Londres y hace siglos servían para los caballos y cocheros de familias adineradas, ocultos tras las casas principales. También alojaban a parte del servicio.
Hoy son viviendas encantadoras, en calles que enamoran a todo el que pasea por allí; es como trasladarse cientos de años en el tiempo. Hoy en día estas idílicas viviendas son el sueño de muchos, pero solo son asequibles para unos pocos.
Circus Lane: el mews más famoso

Circus Lane, ya practicamente en el barrio de Stockbridge frente al New Town, es probablemente el mews más fotografiado de Edimburgo.
Una callejuela en curva con fachadas de piedra, cubiertas de plantas y enredaderas; al fondo, sobresale la torre de la iglesia de St Stephen y le da el toque final a esta calle de postal.

Es una de las callejuelas más visitadas de la ciudad, lo que le hace perder algo de encanto, pero su belleza va más allá de una foto. Te recomiendo caminar por aquí a primera o última hora, para evitar la masificación, me lo vas a agradecer.
Otros mews menos conocidos pero espectaculares también, (y menos masificados):
- Learmonth Gardens Mews y Dean Park Mews, entre Stockbridge y la New Town. Calles tranquilas que denotan familiaridad y comunidad
- Carlton Terrace Mews, un pequeño callejón sin salida rodeado de árboles y con la compañía ocasional de alguna ardilla.
Belford Mews o Dublin Mews / Nelson Place, en pleno New Town, donde la tranquilidad se mezcla con la encantadora arquitectura, adornada con puertas de colores. Aquí puedes leer mucho más, para descubrir los mews más encantadores de Edimburgo
Subir hasta Carlton Hill

Carlton Hill es un “must see” en Edimburgo, por la historia que tiene detrás y porque es el lugar donde podrás disfrutar de una de las mejores vistas de todo Edimburgo, tanto de la Old Town como la New Town.
El mejor momento es el atardecer, porque desde aquí podrás contemplar unas puestas de sol increíbles.

Esta colina tiene importantes construcciones, de principios de S.XIX, en plena época de la ilustración, cuando la élite de Edimburgo se esforzaba por darle a la ciudad el aire de grandeza que merecía.
Inspirados por los ideales de la ilustración y la arquitectura clásica, planearon transformar Carlton Hill en una acrópolis moderna, tanto es asi que, llegaron a apodarla la «Atenas del Norte».
Este curioso apodo se debe principalmente al Monumento Nacional, una réplica inacabada del Partenón de Atenas, construido en honor a los soldados escoceses que murieron en las Guerras Napoleónicas.

El Monumento a Nelson, con su forma de catalejo, es otra de las construcciones llamativas de Carlton Hill, y conmemora la victoria del almirante Nelson en la Batalla de Trafalgar. Tiene además unas vistas 360 de la ciudad.
Al lado de este monumento se encuentra el Observatorio, un edificio de estilo griego, que en su día fue un importante centro de astronomía.
Subir a esta pequeña colina merece la pena. Es un mirador privilegiado para contemplar el precioso sky line de Edimburgo e intentar reconocer cada uno de sus barrios.
El cementerio de Old Carlton

A los pies de la colina de Carlton Hill encontarás este pequeño camposanto, que, aunque puede pasar desapercibido, esconde muchos misterios y leyendas.
Como todos los cementerios aquí, es como un relajado parque, entre árboles y lápidas, muchas de ellas llenas de historia y simbolismo.
Aquí descansan ilustres personajes de la historia de Escocia, como el filósofo David Hume, una de las figuras clave en la época de la Ilustración escocesa.
Tambien llamará tu atención un enorme obelisco, de casi 30 m de altura: es el Monumento a los Mártires Políticos, que se alza entre lápidas y esculturas, rindiendo homenaje a los reformistas del S. XVIII, que fueron condenados por sedición
The Dome

En la elegante George Street se encuentra uno de los edificios que no puedes perderte en la New Town. Lo distinguirás porque es una construcción de estilo grecorromano.
Se construyó en 1847 y fue sede del Commercial Bank of Scotland.
Su nombre The Dome (la cúpula) se debe al impresionante tragaluz de cristal que corona el vestibulo principal. Su suntuoso interior, con un bar circular, columnas de marmol y su opulenta decoración alojan hoy un lujoso bar/ restaurante. Uno de los sitios más iconicos para irte a tomar el te de la tarde o comer y cenar en un espacio único.

En Navidad, es uno de los espacios más visitados y fotografiados, ya que su interior y su fachada se decoran con miles de luces y un gigantesco árbol navideño.
Experiencias que hacen única la New Town
Si eres de los que te gusta ir de compras, cuando visitas un nuevo destino, y buscas algo más que los típicos souvenirs (que también), la New Town es tu lugar.
Princess street es la calle comercial por excelencia de Edimburgo, pero la paralela George Street es la arteria del glamour, llena de boutiques de lujo, bares y restaurantes de alta cocina.
Las aledañas Thistle Street y Broughton Street están llenas de pequeñas tiendas con encanto, librerias y galerías de arte.

Al caer la noche comienza la vida nocturna en la New Town. Sus pubs y bares, muchos de ellos ubicados en sótanos o en elegantes edificios georgianos, son el lugar perfecto para disfrutar de la noche en Edimburgo, junto a una buena pinta o un sofisticado cocktail.

Esta zona tambien es famosa por tener muchos teatros y salas de conciertos, como el Assembly Rooms, donde puedes asistir a múltiples eventos culturales, especialmente durante el festival de Edimburgo.
Consejos prácticos para visitar la New Town

Para disfrutar de verdad la New Town dedícale un día completo, disfrútala sin prisa.
Recorre sus jardines y sus majestuosas avenidas, amplias y señoriales.
Descubre sus callejuelas y rincones más ocultos y disfruta la gastronomía en alguno de sus restaurantes o pubs tradicionales.
Esta elegante parte de la ciudad, que creció a partir de la vieja y superpoblada ciudad medieval, es parte de la historia de Edimburgo.
Te aconsejo además hacer algún tour, no hay nada como que te expliquen los detalles de cada rincón, de cada calle y la historia que hay detras. Te aconsejo este: Free Tour por la ciudad nueva y Dean Village
Dónde comer en la New Town: tradición escocesa
La New Town no es solo tiendas de lujo, tambien es un buen lugar para saborear la gastronomía tradicional escocesa (más allá del clásico fish and chips).
Aquí te dejo tres lugares muy recomendados, para probar el haggis y otros platos tradicionales en este barrio de Edimburgo
The Doric

Se le conoce como el gastro-pub más antiguo de Edimburgo y combina un ambiente de pub tradicional en la planta baja con un elegante bistró en el piso de arriba.
Su decoración de madera oscura, espejos antiguos y ambiente acogedor es perfecto para sentirte como un local. Está ubicado al borde de la New Town, justo al lado de la estación de Waverley.
Si buscas el plato nacional, este es el sitio: su Haggis tradicional con neeps and tatties (el puré de nabo y patatas) es una apuesta segura. Tambien tienen una amplísima selección de whiskies, si te animas a catar su bebida más clásica.
Howies (Waterloo Place)

Una cadena de restaurantes familiares escoceses de calidad, centrada en ingredientes locales y de temporada. La sede de Waterloo Place se encuentra en un impresionante edificio georgiano, con techos altos y mucha luz.
Su oferta se centra en los clásicos tradicionales escoceses de temporada, se come muy bien.
Prueba la famosa sopa Cullen Skink, cremosa sopa escocesa de abadejo ahumado, puerros y patatas) o el salmón escocés fresco. Por supuesto, también sirven los huggies. Está al pie de Calton Hill, perfecto para comer después de una visita allí.
Wildfire

Un pequeño y elegante bistró escocés, especializado en carnes y mariscos, escondido en la famosa Rose Street (la calle de los bares y pubs).
Es un lugar con un trato familiar y acogedor. Te recomiendo reservar antes de ir, ya que tienen pocas mesas.
Su especialidad es la carne Aberdeen Angus y el marisco fresco de la costa oeste escocesa. Tambien está recomendado como uno de los mejores para probar el haggis.
Y hasta aqui nuestro paseo por la New Town, el barrio más elegante y señorial de Edimburgo.
No olvides dejarme tu comentario si ya lo conoces o tus consultas si está en tus planes conocerlo. ¡Me encantará leerte!
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