Si estas organizando tu ruta por Alsacia, tienes que incluir en ella tres de los pueblos más bonitos de toda la región: Riquewirh, Riveauville y Hunawihr. Estas pequeñas villas, muy cercanas entre si, son ricas en historia y tradición, tienen una increble arquitectura y un encanto inolvidable.
El corazón de la llanura alsaciana tiene pueblos medievales llenos de color, dignos del escenario de un cuento, rodeados de viñedos y protegidos por la cadena montañosa de los Vosgos. En pocas palabras, no puedes dejar de ver ni uno solo de los rincones que te propongo, por que te van a sorprender.
Riquewihr, la perla de la viña alsaciana
A Riquewihr la llaman la “perla de la viña alsaciana”, un nombre que le cuadra perfectamente, porque esta pequeña villa es una verdadera joya. Se encuentra enclavada en un entorno espectacular, entre un mar de viñedos a los pies de las montañas de los Vosgos.
Si además te digo que durante la Segunda Guerra Mundial esta pequeña villa tuvo la suerte de no verse dañada apenas, disfrutarás el doble, sabiendo que estás rodeado de edificios que han mantenido durante siglos su esencia original.
Riquewihr conserva su estructura medieval, repleta de calles empedradas, un cinturón amurallado muy bien conservado, casas de coloridas fachadas con entramados de madera, tejados inclinados y flores en cada rincón. Es pictórico a más no poder.
Pinceladas de historia sobre Riquewihr
Fundada en el S. XIII, está considerado como uno de los pueblos más bonitos de Francia y merece estar incluido en el listado.
Los fundadores de Riquewihr pertenecían a la familia de los Hohenstaufen y, como todos los pueblos y ciudades de Alsacia, se desarrollaron influenciados por los vaivenes entre las culturas germánica y francesa.
Desde la Edad Media, Riquewihr era un importante punto de intercambio comercial, especialmente por su producción de vino. Hoy en día, es una villa próspera y turística y no es de extrañar, por que caminar por sus calles es un auténtico placer.
Además de disfrutar de un paseo único por sus pintorescas calles puedes y debes pararte a degustar algunos de sus famosos vinos. Riquewihr es una de las paradas esenciales de la Ruta del Vino de Alsacia
Qué ver en Riquewihr
Riquewihr es pequeño, puedes recorrerlo en un par de horas, pero te adelanto que querrás degustarlo despacio, no podrás dejar de mirar a tu alrededor.
A sus espectaculares fachadas se unen detalles arquitectónicos curiosos, románticas contraventanas y decoración repleta de detalles, flores, corazones, cigüeñas (símbolo de Alsacia), todo al más puro estilo alsaciano. Esto es especialmente espectacular en navidad.
Murallas, Porte Haute y el Dolder
El pueblo está rodeado de murallas, parte de ellas son de 1291 y parte se construyeron posteriormente, en 1500. Son las fortificaciones que defendían lac iudad y que aún hoy podemos contemplar en muy buen estado.
La Porte Haute es el acceso norte a Riquewihr, te permite pasar bajo el antiguo puente levadizo que protegía la entrada a la villa. Construida a finales del S.XIII, fue posteriormente integrada en el sistema defensivo y luce el escudo de la ciudad tallado en piedra.
Porte Haute acceso a RiquewihrDesde aquí te adentrarás directamente en la Rue du General de Gaulle, la calle principal de Riquewihr, y desde dentro del entramado defensivo verás El Dolder, uno de los símbolos de la villa.
El Dolder es una torre, de 25 m de altura, que tenía varias funciones: torre de vigilancia, puerta de entrada y campanario. Se construyó en 1291 y, en su exterior mantiene un austero aspecto, que se transforma en una entramada y florida fachada cuando la miras desde el interior del cinturón amurallado.
La torre alberga un museo donde se muestran armas de la época y, además, desde ella tendrás unas estupendas vistas de la villa.
La fuente del Sinne
La fuente del Sinne es otro de los puntos que llamará tu atención al entrar en el pueblo, es un lugar muy fotogénico, con sus omnipresentes flores.
La fuente de tres caños, coronada por un león heráldico, era utilizada por los habitantes de Riquewihr para lavar los toneles y barricas utilizadas en la elaboración del vino y como fuente de medición (sinne es medición en alsaciano), median las barricas con un recipiente graduado.
La torre de los Ladrones
Al final del callejón, que parte de esta fuente hacia la izquierda, te adentras en la calle de los Judíos (rue des Juifs), al final de la cual encontrarás la Torre de los Ladrones.
El nombre de esta torre tiene que ver con su antigua función, ya que fue la sede de justicia y prisión hasta finales del S. XVIII. En el interior hay un museo donde se muestran las estancias medievales, las mazmorras y la cámara de tortura e interrogatorio de los acusados.
La preciosa vista de esta torre pentagonal al final del callejón, con sus 18 metros de altura, tiene un encanto incomparable a pesar de que, en su día, fuera un lugar de lo más siniestro.
La casa del fabricante de clavos
Bajando por la Rue de General du Gaulle a tu derecha, fíjate en un majestuoso edificio entramado, con pilares tallados: es la casa del Fabricante de Clavos. Dos postes de madera muestran dos tallas con figuras, el de la izquierda representa al fabricante de clavos.
El rascacielos (Le Gratte-Ciel)
Otro de los edificios emblemáticos de Riquewihr es el Rascacielos. Un estupendo edificio de fachada amarilla, que realmente son dos unidos en la misma terminación. Cinco plantas y una altura de 25 mettros, forman una de las casas con entramado de madera más altas de Alsacia.
La casa del Gourmet
En el número 42 de la Rue General du Gaulle está la Casa del Gourmet, con una sorprendente fachada barroca, la más decorada de Riquewihr. Se reconstruyó en 1686 y apreciarás la delicadeza de las tallas y los detalles en madera que adornan cada rincón.
Un gourmet, en aquellos tiempos, era una especie intermediario entre comerciantes de vino, productores y consumidores. Era como un organizador de catas para la época.
La plaza de las tres Iglesias
La plaza de las tres Iglesias es otro imprescindible de Riquewihr, se llama así porque en ella se ubican tres iglesias la Iglesia de Santa Margarita, del S.XII, sustituida en el S.XIX por la iglesia protestante que ocupa su lugar, la iglesia de peregrinación de Notre-Dame, fundada en 1337 por la familia Ribeaupierre y la Iglesia de Saint-Erard, que tras la Reforma (1539) paso a convertirse en una escuela para niños .
Avanzando por la calle principal pasarás por otro de los edificios más destacables, la casa Schickhardt. Fue construida en 1606 por el arquitecto Heinrich Schickhardt, que trabajaba a servicio del duque Federico I de Gutemberg.
El ayuntamiento
El edificio del Ayuntamiento finaliza la calle General du Gaulle, de estilo neoclásico, fue construido en 1809 sobre el lugar en el que se encontraba el antiguo, demolido en 1798, y está cerca de la Puerta Baja, otro de los accesos a la ciudad.
Esta pequeña villa esta repleta de rincones especiales, patios con pozo llenos de flores, elegantes comercios, tiendas de artesanía, restaurantes y, por supuesto, bodegas.
No te limites a recorrer la calle principal, porque la ciudad y sus pequeñas callejuelas no le tienen nada que envidiar. Fíjate la cantidad de detalles y ornamentos dedicados a su principal actividad desde hace siglos: el mundo del vino.
Estamos en plena ruta del vino de Alsacia y Riquewihr es una parada imprescindible. Aquí puedes visitar bodegas, catar y llevarte a casa unas botellas de los estupendos caldos Alsacianos.
Como llegar a Riquewihr
En coche
Riquewihr se encuentra cerca muy de la autopista A35, la carretera principal que recorre la región de Alsacia. Desde Estrasburgo, capital de la región, hay que tomar dirección sur y tomar la salida 17, dirección a Riquewihr. Si vienes desde Colmar, toma la autopista A35 en dirección norte y toma la salida 18.
En tren
Para llegar en tren hasta Riquewihr la ciudad más cercana con estación de tren es Colmar, a unos 15 km de distancia. Desde allí, puedes tomar un taxi o un autobús para llegar a Riquewihr. Los trenes regionales TER conectan Colmar con las principales ciudades de la región, como Estrasburgo, Mulhouse y Basilea.
En avión
El aeropuerto más cercano a Riquewihr es el Aeropuerto Internacional de Basilea-Mulhouse-Friburgo, ubicado a unos 70 km de distancia. Desde allí, puedes tomar un tren o un autobús para llegar a Colmar y luego tomar un taxi o un autobús para llegar a Riquewihr.
Otros aeropuertos cercanos incluyen el Aeropuerto Internacional de Estrasburgo, ubicado a unos 75 km de distancia, y el Aeropuerto Internacional de Zurich, ubicado a unos 140 km de distancia.
En autobús
También es posible llegar a Riquewihr en autobús. La ciudad cuenta con una estación de autobuses cerca del centro histórico. Puedes tomar un autobús desde Colmar, desde Estrasburgo o Mulhouse.
Riveauvillé, entre castillos y juglares
Muy cerca de Riquewihr, a escasos 5 kilómetros, se encuentra otra preciosa localidad que he querido incluir en el mismo post, porque disfrutar de estos dos encantadores pueblecitos alsacianos en la misma mañana es un plan inigualable.
La distancia es tan corta que incluso puedes hacer el recorrido caminando o en bicicleta y disfrutar de la increíble sensación de pedalear entre viñedos.
Situada en el departamento de Haut-Rhin, Ribeauvillé, se ubica a los pies de las montañas de los Vosgos, que forma parte del Parque Natural Regional de Ballons des Vosges.
Pinceladas de historia de Riveauvillé
Su fundación se remonta al siglo XII, cuando un grupo de monjes benedictinos fundaron un monasterio en la zona. Durante siglos, la ciudad ha sido influenciada por diversas culturas, incluyendo la francesa y la alemana, debido a su cercanía con la frontera.
Conocida en el siglo XIII como Rathaldovilare, la villa pasó de los obispos de Basilea a los señores de Rappoltstein. El señor de Rappoltstein fue el rey o protector de los juglares errantes de la tierra, quienes compraron su protección a través del pago de un impuesto.
Hoy en día, la ciudad es un lugar de gran interés turístico gracias a su impresionante arquitectura, su riqueza histórica y cultural, además del espectacular paraje en el que se encuentra ubicado.
En la Edad Media, la ciudad pasó a formar parte del Señorío de la familia Ribeaupierre (de cuyo nombre derivó el nombre de la villa de Ribeauvillé), una de las familias más importantes de Lorena, que por aquel entonces gobernaba esta zona.
Los Ribeaupierres construyeron 3 castillos fortificados, cuyas ruinas todavía vigilan la ciudad desde las alturas. Se puede hacer una ruta de senderismo para llegar hasta ellos por la ladera de la montaña, sin duda, merece la pena.
Pocos lugares pueden presumir de verse custodiados por más de un castillo, en el caso de Riveauville son ni más ni menos que tres: el Castillo St-Ulrich, el más antiguo de los tres, el Castillo Girsberg y el Castillo de Haut-Ribeaupierre, el más alto de todos.
Se la conoce como la ciudad de los juglares por su estrecha relación con la música. Aquellos artistas ambulantes que entretenían a la gente con sus actuaciones de música, danza y narración de historias, encontraron Riveauvillé un auténtico núcleo cultural.
La ciudad ha conservado esta tradición a lo largo de los años y se ha convertido referente cultural para los amantes de las artes escénicas.
La tradición musical de Riveauville continuó durante el siglo XX, y la ciudad se convirtió en un centro de enseñanza de música. Muchas escuelas y academias enseñaban tanto la construcción de instrumentos como la interpretación musical.
La ciudad alberga varios festivales y conciertos a lo largo del año y es un destino popular para los amantes de la música de todo el mundo.
Que ver en Riveauvillé
La Fontaine du Vigneron
Lo primero que encontrarás en Riveauvillé es esta fuente, la fuente del Vino, homenaje a los viticultores de la zona, no olvides que estamos en plena Ruta del vino de Alsacia y que esta es una actividad vital para la localidad desde siglos atrás.
Aprovecha que tienes al lado de esta fuente la Oficina de Turismo, donde podrás coger un plano para que no te pierdas nada en la ciudad.
Para conocer Riveauvillé sólo tienes que recorrer la Grand Rue, la vía principal que atraviesa toda la villa y en la que se ubican los lugares más representativos.
La Casa de los Ménétriers o los juglares
Avanzando por la Grand Rue no se te pasará por alto Pfifferhüs (La Casa de los ménétriers). Es un precioso edificio de 1663, muestra de la maravillosa arquitectura alsaciana, con tallas de madera en sus vigas y una riquísima decoración.
Capilla de Santa Caterina
Capilla de Santa Caterina destaca en la Gran Rue por su color amarillo. Fue un antiguo hospital y ha sido restaurada en dos ocasiones, para uso como museo y sala de exposiciones. En esta capilla se encuentran enterrados algunos miembros de la familia Ribeaupierre, la poderosa familia que dio nombre a la villa.
Maison Siedel
Esta hermosa casa de potente color teja, llamará tu atención desde la distancia, tiene la fachada con entramados de madera, delicadamente decorados y contraventanas rojizas. Estas pequeñas ventanas laterales, que permitían ver sin ser visto, son los “gugloch”.
En la parte baja aloja una carnicería donde podrás comprar productos de la zona y probar muchas de sus especialidades: patés, embutidos alsacianos, quesos…
La Torre de los Carniceros (Tur des Bouchers)
El pueblo, como casi todos en esta zona, conserva todavía parte se sus estructuras defensivas amuralladas. Una de las partes más emblemáticas de Ribeauvillé es la Torre de los carniceros, del S.XIII, y que fue posteriormente reconstruida en el S.XVIII.
El nombre se debe a que aquí se encontraba el gremio de los Carniceros, que además se encargaban de la defensa de la ciudad en caso de ataque.
Place de la Sinne y la fuente Friedrich
La figura de piedra que aparece en la parte superior de la fuente fue esculpida por Andre Friedrick en 1862, natural de Riveauvillé y representa la ciudad y su actividad económica. La fuente servía como sitio de medición para la comunidad de vinateros.
En esta plaza también se encuentra el Albergue del Sol, un lugar muy frecuentado por los juglares y el Albergue du Mouton.
Place de la Mairie
En esta plaza está ubicado el actual Ayuntamiento.
En el ayuntamiento, del S. XVIII, mantienen una prestigiosa colección copas medievales de plata, que fueron entregadas a la ciudad por los condes de Ribeaupierre.
En la misma plaza, frente al edificio del Ayuntamiento, se encuentra la Iglesia del Convento de los Agustinos, construida entre 1412 y 1452 y la fuente de la Republica, cuyo león, ubicado en la parte más alta, sostiene el escudo de la ciudad.
Plaza del Antiguo Hospital
En una pequeña plaza de Riveauvillé encontrarás un precioso edificio, que albergó un antiguo hospital. Hoy puedes disfrutar del famoso vino de Alsacia, ya que el lugar lo ocupa una pequeña bodega en la que podrás probar y comprar vinos de la zona.
Otro de los edificios más impresionantes de Riveauvilé es la iglesia de Santa María, construida en el siglo XVII con piedra y ladrillo. La iglesia cuenta con hermosos vitrales y una impresionante torre del campanario, visible desde toda la ciudad.
la Iglesia de San Gregorio
Es una iglesia gótica, del S.XIII, en cuyo interior destacan varias piezas de gran valor, como el órgano Silbermann de 1701.
Además de recorrer la Gran Rue y sus edificios más emblemáticos, tienes que perderte por las calles de Riveauvillé, pasear sus rincones, que están llenos de detalles, muy cuidados y encantadores. Me llamaron la atención los buzones, que son como mini casitas alsacianas.
Tradiciones en Riveauvillé
Riveauvillé tiene una importante tradición vitivinícola desde la Edad Media y es una ciudad muy turística, con una fuerte actividad cultural durante todo el año.
En el mundo del vino es famosa su Grand Cru Pinot Noir y por sus vinos blancos. Aquí puedes otras bodegas, como Geisberg, que cultiva principalmente la variedad riesling, Kirchberg de Ribeauvillé y Osterberg.
La Feria del Vino se celebra a finales de julio, momento ideal para descubrir los vinos regionales y platos locales a través de degustaciones organizadas por enólogos y cocineros.
Riveauvillé alberga cada año una de las fiestas más antiguas de Alsacia: Pfifferdaj (Fiesta de los juglares). Se celebra el primer domingo del mes de septiembre y rememora los encuentros de músicos que se reunían en la ciudad desde 1481.
En octubre tiene lugar el Festival de Música Antigua, con propuestas de conciertos que abarcan del estilo medieval al barroco, pasando por el renacimiento.
Como llegar a Riveauvillé
En coche
Una de las formas mejores formas para recorrer Alsacia es en coche, o como hicimos en nuestro caso en Camper. La ciudad está ubicada en el corazón de la región de Alsacia, cerca de la autopista A35 . Si vienes desde Estrasburgo, la capital de la región, por la autopista A35 en dirección sur la salida es la número 18 en dirección a Ribeauvillé.
En tren
También se puede llegar a Ribeauvillé en tren. La estación se encuentra a solo 10 minutos a pie del centro histórico. Puedes tomar un tren regional TER que te llevará directamente a la estación en aproximadamente 1 hora y 15 minutos, desde Estrasburgo.
En avión
El aeropuerto más cercano es el Aeropuerto Internacional de Estrasburgo, ubicado a unos 50 km de la ciudad. Desde allí, puedes tomar un tren o un autobús hasta Ribeauvillé.
Otros aeropuertos cercanos son el Aeropuerto Internacional de Basilea-Mulhouse-Friburgo, ubicado a unos 90 km de la ciudad, y el Aeropuerto Internacional de Zurich, ubicado a unos 140 km.
En autobús
Finalmente, también es posible llegar a Ribeauvillé en autobús. La ciudad cuenta con una estación de autobuses a tan solo 5 minutos a pie del centro histórico. Puedes tomar un autobús desde Estrasburgo u otras ciudades cercanas, como Colmar o Mulhouse
Hunawihr y su iglesia fortificada
Hunawihr es un precioso pueblecito de agricultores rodeado de viñedos e impregnado de cultura vinícola en cada rincón. Mantiene la autenticidad que tienen los lugares que no han sido invadidos por completo por el turismo.
No está tan masificado como sus vecinos más conocidos, en muchos recorridos ni aparece recomendado, pero es un lugar que no te puedes perder si visitas Alsacia.
Hunawihr apenas llega a los 600 habitantes y se dedica en cuerpo y alma a la producción de vino. Sus calles reflejan su forma de vida, piérdete por ellas y déjate envolver por su ancestral tradición, que se respira en cada rincón.
Como todos los pueblos alsacianos, las flores, los colores y los adornos te asaltan por todas partes.
Tienen una iglesia fortificada, construida entre los S.XIII y XV, la Iglesia Saint-Jacques-le-Majeur, rodeada de un pequeño cementerio y de infinitos viñedos.
La Iglesia, que se utilizaba como refugio por los vecinos cuando la ocasión lo requería, era lugar tanto para el culto católico como el protestante. Visitando su interior podrás entender mejor la historia de este edificio y las sucesivas modificaciones que sufrió.
Se puede visitar el recinto de la Iglesia por dentro y por fuera. Las vistas desde aquí son espectaculares y podrás salir y pasear entre los viñedos. En su interior, preciosos frescos, coloridas vidrieras y un estupendo órgano construido en 1700, traído desde el Templo Nuevo de Estrasburgo y llegado a la villa en 1749.
En Hunawihr hay pequeñas bodegas en las que puedes degustar y comprar alguno de los estupendos caldos alsacianos.
Tal es la cultura vinícola de esta zona que hasta las agujas del reloj de la torre de la Iglesia tienen forma de racimo de uvas.
El atardecer y la puesta de sol contemplando la maravillosa silueta de su Iglesia amurallada sobre los viñedos no tiene precio.
Ruta entre Riquewihr y Riveauville, pasando por Hunawihr
A mitad de camino entre Riquewihr y Riveauville se encuentra Hunawihr. Una ruta ideal para hacer en bicicleta o caminando, aunque si la haces en coche te recomiendo igualmente que hagas una pequeña parada en esta preciosa villa.
La ruta discurre por la carretera comarcal, que es más bien estrecha, por lo que estaréis acompañados en todo momento por vehículos, bicicletas y caminantes, es necesario tener precaución.
Distancia 4,2 km.
Dificultad fácil, el camino es prácticamente plano.
Es una ruta poco o nada iluminada cuando comienza a caer la tarde y en la noche.
Que comer en Riquewihr y Riveauville
- La cocina alsaciana en general es mezcla entre la tradición francesa y la alemana. Se caracteriza por el uso de ingredientes locales, como la cebolla, la col y el vino Riesling.
- Muchos platos típicos se cocinan en hornos de leña, lo que les confiere un sabor y una textura única.
- La Choucroute garnie, uno de los platos estrella de Alsacia, es un cocido de distintos tipos de carne acompañados principalmente por col fermentada y aderezada. Se sirve con mostaza y se acompaña con cerveza o vino blanco alsaciano.
- La tarta flambeada es conocida como flammekueche en alsaciano, es una tarta de masa de aceite que se asemeja a la pizza pero no lo es. Su cobertura suele llevar nata, bacón y cebolla, aunque hay todo tipo de variedades de flammenkueche.
- El kugelhopf es un postre que se sirve en ocasiones especiales, como bodas y Navidad, pero puedes probarlo durante todo el año y está riquísimo.
Espero que te haya inspirado mi post para visitar Riquewihr, Riveauville y Hunawihr, tres lugares imprescindibles si estás haciendo una ruta por Alsacia.
Si quieres descubrir otros lugares impresionantes de Francia, te dejo el enlace de nuestra Ruta por el valle del Loira en bicicleta
Si tienes sugerencias o comentarios me encantará leerte