Te propongo un recorrido por el Valle del Loira en bicicleta, un paseo por el el «jardín de Francia», acompañando al mágico río Loire, navegando a través de la historia de la realeza y el lujo del renacentismo francés, pedaleando entre castillos y mansiones, pueblos con encanto y calmada naturaleza.
Llevaba unos tres intentos para ir al Valle del Loira y conocer sus famosos castillos, en años distintos, pero siempre surgía alguna razón por la que el viaje no salía adelante. Tenía un montón de anotaciones, reseñas y consejos para organizar este recorrido, así que esta vez que por fin se ha hecho posible, la ilusión era increíble.
Esperaba mucho de este viaje y no sólo no me decepcionó, sino que superó con mucho mis expectativas. Es un lugar lleno de historia, con un paisaje monumental y una riqueza cultural digna de reyes.
El valle del Loira y sus Castillos
Como recorrer el Valle del Loira
El recorrido en coche es la forma más rápida y cómoda, si quieres aprovechar el tiempo y ver lo máximo posible. Sólo hace falta que organices la ruta a tu gusto, en función de tu tiempo e intereses y en este post encontrarás todo lo que necesitas para no perderte nada.
El recorrido en tren es una gran opción, si lo de la bici y el esfuerzo no es lo tuyo. Puedes ir recorriendo el valle y disfrutando desde la ventanas de los vagones de la Linea Interloire que comunica Orleans con Nantes.
Si quieres hacer un «mix» y recorrer ciertos trayectos en bicicleta y combinarlo con el tren, podrás subir la bicicleta a los trenes de la línea Interloire, desde mediados de junio a mediados de septiembre. Así podrás organizar a tu aire los recorridos, saltarte algunas etapas o volver al punto de partida fácilmente.
Recorrer el Valle del Loira en bicicleta
El recorrido en bicicleta es para mi la mejor forma de conocerlo y descubrir cada uno de sus preciosos rincones.
“Le Loire a velo” un trayecto de 800 km de itinerarios que recorren todo el valle, perfectamente señalizados y acondicionados. Cuenta con todos los servicios complementarios que puedes necesitar (alquiler de bicicletas, hospedaje, gastronomía, etc.).
💡 Hay una App muy interesante para que te planifiques y organices todas las rutas e itinerarios con anticipación desde el móvil : Le Loire a velo
A lo largo de todo el recorrido se pueden alquilar las bicicletas. Tienes la opción de alquilarla en un sitio y devolverla en otro, así podrás hacer tu ruta donde consideres sin necesidad de volver para devolver la bicicleta.
Si vas a realizar el recorrido en bicicleta, los itinerarios por el valle son en su gran mayoría bastante llanos y perfectamente accesibles para todos.
No es necesario estar en muy buena forma física para hacerlo y siempre puedes organizar la duración de la ruta, según tu capacidad o ganas.
Si el esfuerzo no es lo tuyo, pero quieres disfrutar de la experiencia en Le Loire a Veló se alquilan bicicletas eléctricas, que te permitirán hacer el recorrido de forma cómoda y sin esfuerzo.
El alquiler de bicicletas ronda la media de 16 € por día, el precio es algo más reducido contratando varios días seguidos.
La mejor época para visitar el Loira
La época más recomendable es entre Mayo y Septiembre, los días son más largos lo que te permite estirar más el tiempo y el clima es mucho más benigno en esta zona de Francia.
Durante los meses de invierno los horarios de visita a los castillos, atracciones turísticas y los establecimientos están más restringidos, algunos incluso permanecen cerrados durante algunos períodos.
Cuando más turismo hay es en Julio y Agosto, como en casi todas partes, pero nosotros fuimos en pleno mes de agosto y no es un destino masificado. Puedes visitar los castillos sin colas ni aglomeraciones, lo que se agradece enormemente.
Cómo llegar al valle del Loira
Nosotros fuimos en coche. Viajamos desde Madrid, un recorrido largo, de aproximadamente 1.200 km y el coste total de los peajes para llegar ronda los 60 €.
Llegamos hasta Blois, donde comenzamos nuestro itinerario.
Se puede llegar en avión o tren hasta Paris y allí alquilar un coche para recorrer el valle o desplazarse desde París a Orleans y comenzar allí el recorrido en bicicleta de alquiler.
¿Qué castillos visitar en el Valle del Loira?
Os recomiendo llevar claro qué castillos y qué zonas queréis conocer, en función de los días disponibles: en el valle del Loira hay más de 300 castillos, hay que organizarse previamente la ruta para aprovechar el tiempo al máximo.
El precio de entrada a los castillos está entre 12 y 17 euros, si vais a visitar varios por dentro te puede interesar comprar el Chateau Pass.
El Chateau Pass es un abono que te permite contratar la visita a varios castillos a un mejor precio que comprando las entradas sueltas. Algunas opciones incluyen actividades complementarias a la visita de los castillos como el espectáculo de luz y sonido del Chateau de Blois.
Cuando acabes tu jornada y busques un lugar bonito para comer o cenar, no lo dejes para muy tarde. Los horarios de bares y restaurantes por aquí, en general en Francia, no son tan generosos como en España, por lo que si llegas tarde a comer o cenar, y esto es más de las nueve y media olvídate del tema (eso en el mes de Agosto)
¿Porqué el Valle del Loira está lleno de castillos?
Los castillos del Loira se encuentran en la zona de Francia central, a lo largo del curso medio y bajo del río.
Esta zona del centro de Francia era muy codiciada por cuestiones comerciales. El río era una arteria fundamental para el transporte de mercancías, por lo que, desde antiguo, empiezan a construirse edificaciones defensivas desde las que proteger y controlar el territorio.
Es durante el Renacimiento francés (S.XV y XVI) cuando los reyes de Francia, y toda su corte, se instalan en esta zona y comienza la época de gran prosperidad del Valle del Loira.
Se inicia la construcción de castillos y lujosas mansiones, las antaño construcciones defensivas se transforman y embellecen para darles un uso más lúdico y de descanso.
La zona empieza a hacer gala del lujo y poderío de la aristocracia francesa.
Nuestra ruta: el Valle del Loira a nuestro aire
Nuestro recorrido parte de Orleans para ir avanzando con el cauce del río Loira, hasta el precioso pueblo de Candes de Saint Martin.
Desde el punto donde hacemos noche haremos rutas circulares en bicicleta hasta los castillos próximos que tenemos planificados. Al finalizar, no tendremos que volver al punto de partida a recoger el coche, pero haremos los recorridos en bicicleta que es nuestro objetivo.
Reservamos los alojamientos a través de la página Airbnb. Me gusta esta forma de viajar, nos hemos alojado en casas típicas de la zona, en apartamentos ubicados en antiguas casonas o mansiones y hemos compartido experiencias con la gente local.
Primer día viaje y llegada a Blois:
Nuestro primer alojamiento en Blois es una típica casa señorial del valle del Loira, con un jardín precioso y orillas del río. Compartimos el apartamento con la dueña, Valerie que muy amablemente nos dio mucha información y muy buenas recomendaciones.
Blois es una ciudad con mucho encanto, con un precioso «Chateau» y un precioso casco antiguo muy bien conservado. Nuestro primer paseo por la noche nos permitió hacernos idea de lo señorial que es esta ciudad, pero sin duda merece un día casi entero para visitarla.
Las mejores vistas de Blois están cruzando el río por el puente Viejo, hay una panorámica preciosa de la ciudad, se dibujan las siluetas de la Catedral de Saint Louis, el Chateau de Blois y la Iglesia de San Nicolás.
La ciudad por la noche está muy bien iluminada y realmente las vistas son tanto o mas bonitas que de día.
Y para terminar esta primera jornada ¿Hay mejor plan que cenar en una pequeña Crêperie?
Encontramos una crêperie con mucho encanto en una calle estrecha del casco antiguo, 52 Rue Foulerie. Decorada de forma muy coqueta, servían unas Galletes** riquísimas que regamos con un buen vino de la zona. Buena presentación y una estupenda atención : L’odyssée De La Taupinière
🍽️ ** Las Galettes son una variedad de las crêpes , especialidad de la Bretaña Francesa. Su peculiaridad es que están elaboradas con trigo sarraceno . Se rellenan normalmente con ingredientes salados, aunque también existe la versión dulce.
Segundo día: Blois – Sully sur Loire – Orleans – Blois
El itinerario de hoy lo haremos en coche. Desde Blois vamos a remontar el cauce del Loira para conocer Orleans y uno de los castillos que más ganas tenia de conocer Sully-sur-Loire, de los más medievales del valle .
Orleans está a 62 km de distancia del castillo de Sully sur Loire, demasiado para recorrerlo en bicicleta.
Desde Blois hasta Orleans os recomiendo hacer el recorrido por las carreteras del interior, es más lento que la autovía de peaje, pero así se descubren los pueblecitos, bosques y rincones espectaculares.
La mañana la dedicamos a visitar Blois, a perdernos por sus calles de edificios blancos señoriales y casas entramadas y a descubrir paso a paso todo lo que este rincón del Loire tiene que ofrecer
Blois
El Castillo de Blois, en pleno centro de la ciudad, inicialmente perteneció a los condes de Blois. El castillo fue residencia de reyes, escenario de fiestas y bailes pero también testigo de episodios sangrientos.
El castillo tiene cuatro estilos bien diferentes, fruto de las ampliaciones y mejoras que se han ido haciendo a través de los años.
Si prefieres tener con antelación tus entradas AQUI para visitar el castillo de Blois SIN COLAS
👀 En las noches de verano en el castillo de Blois podéis disfrutar de un espectáculo de luz y sonido.
Una espectacular representación lumínica, que hace un recorrido por la historia y los personajes que por allí pasaron y que marcaron su destino: nada más y nada menos que 7 reyes y 10 reinas de Francia.
Sin duda, el Chateau de Blois es la joya de la ciudad, pero no es lo único, Blois es una ciudad encantadora de preciosas calles que merece la pena recorrer y disfrutar sin prisa.
La casa de la magia, en la misma plaza del castillo, un museo dedicado al mago Jean Eugène Robert-Houdin, un recorrido por el misterioso mundo de la magia.
La rue Saint Lubin una pequeña calle que te hace retroceder dos siglos atrás. Tiene muchísimo encanto, sus antiguas casas entramadas, albergan comercios y tiendas de artesanía y es un placer pasear por ella.
La catedral de Saint Louis y la casa de los Acróbatas , la única que queda de finales del S.XV.
La casa de los acróbatas, una pequeña casa con una preciosa fachada de entramados de madera, es la única construcción que no fue destruida en la Segunda Guerra Mundial.
La iglesia de San Nicolás de los S. XII-XIII y otros muchos rincones encantadores que encontrarás perdiéndote entre sus calles.
Castillo de Sully-sur-Loire
El castillo de Sully-sur-Loire es una antigua fortaleza del S.XIV que posteriormente sería convertida en palacio por los duques de Sully.
El Castillo es sin duda singular, es un castillo encantador, rodeado de un foso lleno de agua, con preciosas atalayas y perfectamente conservado.
No lo visitamos por dentro, pero ya verlo por fuera merece la pena, rodearlo para poder apreciar el castillo desde todas sus perspectivas y dejarte transportar a la Edad Media contemplándolo.
Cerca de aquí se puede visitar también el Castillo Meng-sur.Loire, del S.XII. uno de los más antiguos del Loire y cuyo interior ha sufrido menos reformas, por tanto, el más medieval de todos.
El Castillo Meng-sur-Loire conserva las mazmorras, la sala de tortura, los baños de los obispos y la cocina perfectamente equipada. No pudimos ir hasta allí, porque a veces las distancias y el tiempo no son compatibles en los viajes, pero ahí queda la recomendación.
Orleans
Orleans es una ciudad muy monumental, la catedral de Sainte-Croixe impresiona vista desde la principal avenida de la ciudad Rue Jeanne d´Arc (calle de Juana de Arco).
Es grandiosa, su nave principal de estilo gótico flamígero está adornada por preciosas vidrieras que representan escenas de la vida de la famosa doncella Juana de Arco, que es toda una institución en Orleans.
Detrás de la catedral se conservan restos de las antiguas murallas y del campo santo .
Un paseo por el casco antiguo de la ciudad, en gran parte peatonal, te permite ir descubriendo edificios singulares como el hotel Groslot o las preciosas calles de fachadas coloridas y entramados de madera.
Toda la ciudad gira en torno a la figura de Juana de Arco, también conocida como la Doncella de Orleans.
Juana de Arco fue una campesina francesa, de 17 años, cuyo destino le llevó a guiar a los franceses contra la ocupación inglesa, en la guerra de los Cien Años. Fue acusada de brujería por lo que acabó sus días en una hoguera.
Su casa puede visitarse en la Place du General de Gaulle 3, y su estatua a caballo preside la Place du Martroi.
Orleans es también una ciudad universitaria, esto se nota su actividad y su animado ambiente. Su bonito casco antiguo está salpicado de bares restaurantes y una gran oferta gastronómica de todo tipo.
💡💡 Una buena idea para acabar el día en Orleans es tomarse una copa de vino mientras escuchas música en directo y ves el atardecer sobre el Loira. Suena bien ¿no?
En la Guinguette la Sardine (las guinguettes son una especie de chiringuitos en la orilla del rio. De mayo a septiembre en sus terrazas puedes disfrutar de música en vivo mientras cenas o tomas algo).
Tercer día: Blois- Chambord- Chaumont-Tours
Levantarse por la mañana temprano, coger la bicicleta, la mochila y empezar a pedalear la ribera del Loira es un auténtico placer.
Las aguas del río tranquilas entre muchísima vegetación, pueblos preciosos y bien cuidados, perfectamente encuadrados en el entorno es, de verdad, una experiencia que merece la pena probar al menos una vez en la vida.
Hoy recorremos la ruta circular Blois –Chambord-Blois. Alquilamos la bicicleta en Blois en un hotel muy coqueto “Ana de Bretagna”, ya que todas las tiendas de alquiler de bicicletas están completas prácticamente para toda la semana (a pesar de que la oferta de alquiler en esta ciudad es muy grande). La devolveremos aquí mismo antes de las 19,00 h, pero también podríamos devolverla en otros puntos a lo largo de los itinerarios del valle.
👉 El alquiler de bicicletas ronda la media de 16 € por día, el precio es algo más reducido contratando varios días seguidos.
La de hoy es una ruta preciosa, los primeros kilómetros discurren al margen del río Loira y luego se dirige hacia el interior, atraviesa pueblos típicos, frondosos bosques que se alternan con zonas de cultivo y va a parar a uno de los castillos más impresionantes del Valle: Castillo de Chambord.
Castillo de Chambord
Es uno de los más famosos y no es para menos, porque es absolutamente majestuoso, no sólo por su tamaño también por su estilo constructivo. Es necesario pagar la visita para acceder al recinto del castillo, está rodeado de un bosque y si no entras no puedes ver nada desde fuera. Sin duda visita imprescindible.
Al entrar nos reciben caballeros medievales a lomo de sus caballos, paseando por los simétricos jardines del castillo, detalle muy turístico pero que hace que hace vuele un poco tu imaginación.
El castillo de Chambord inicialmente era la residencia de caza del rey Francisco I, se atribuye su diseño a Leonardo da Vinci y es tan imponente por fuera como por dentro. La construcción está rodeada de un foso de agua y unos geométricos jardines.
La parte alta del castillo, la terraza: es impresionante, está cubierta de torretas, chimeneas y curiosos pináculos. Un paseo por la azotea te permite observar de cerca estas originales construcciones y te ofrece una bonita panorámica de los jardines y alrededores.
Una vez acabada la visita, si quieres seguir disfrutando del entorno, en el recinto hay oferta de bares y restaurantes donde poder comer o tomar algo mientras sigues deleitándote con las vistas de este espectacular castillo.
Tras visita a Chambord volvemos por otro sendero a Blois, pasando por pueblos diferentes.
Merece la pena recorrer los caminos del valle, apreciar la tranquilidad de los pueblos del centro de Francia, observar su día a día. Pueblos cuidados, llenos de flores, construcciones típicas de la zona, lejos de las zonas más turísticas próximas a los castillos.
Pedalear sin prisa y permitirte el lujo de hacer alguna que otra parada para probar los quesos de la zona y acompañado de alguno de sus estupendos vinos en lugar típico es auténtico. El Loira tiene una gran tradición vinícola y quesos de renombre.
Nosotros no llegamos hasta Cheverny, regresamos a Blois para devolver la bicicleta, coger el coche y llegar a tiempo de visitar el castillo de Chaumont-sur-Loire (este era otro de mis imprescindibles)
Castillo Chaumont sur Loire
El castillo, inicialmente construido como fortaleza, pasó a ser una lujosa residencia de recreo a través de los años y sus cambios de dueño. Está ubicado en un lugar impresionante, 40 m por encima del río , dominando las vistas sobre el Loira, encima de un pueblo encantador y rodeado de unos preciosos jardines.
El interior del castillo no me sorprendió tanto como otros, pero sólo por el exterior merece la pena su visita.
su entrada con el puente levadizo, el paseo por sus jardines y sus espectaculares caballerizas que conservan intactos muchos de los detalles originales (a finales del s.XIX se consideraban las más lujosas de Europa).
Nuestra visita al dominio de Chaumont-sur-Loire coincidió con el Festival Internacional de Jardines, un aliciente más para no perderse la visita.
Este festival selecciona cada año, desde 1992, distintas creaciones paisajísticas a nivel mundial, que se exponen dentro del dominio de forma perfectamente integrada, tanto en el castillo y aledaños, como en los jardines (se lleva a cabo de Abril a Noviembre)
Me impresionó esta obra instalada en el picadero de las caballerizas del castillo: 5000 flores de cuarzo a distintas alturas invaden el recinto, acompañadas de una música que casi te hace levitar, parecía una imagen onírica – Le nid des murmures de Stephane Guiran,
Todo el castillo, las caballerizas y los jardines estaban salpicados de creativas obras del paisajismo.
Los restaurantes cueva son típicos de esta zona y hay varios en este recorrido, muchos tienen su propia bodega. Paramos en uno con una terraza en la orilla del rio, desde la que disfrutamos de una impresionante puesta de sol sobre el Loire.
En Tours nos alojamos, también a través de Airbnb, en un apartamento en el piso superior de una mansión tradicional, que en su día fue parte de la casa de servicio de un antiguo palacete.
Cuarto día: Amboise – Chenonceau- Amboise
La ruta circular de hoy comienza en Amboise, desde donde nos dirigiremos a otro de los castillos que más ganas tenía de conocer: Castillo de Chenonceau. Por la tarde, volveremos a Amboise para disfrutar de la ciudad y conocer la famosa mansión donde pasó sus últimos días Leonardo da Vinci: Clos Lucé.
Castillo de Chenonceau
Este espectacular castillo es conocido también como el “castillo de las damas”, por las siete damas que por aquí pasaron y dejaron su huella, transformándolo y adecuándolo a sus gustos.
Un castillo lleno de intrigas, amor y celos envuelven a Chenonceu.
Una historia entre Diana de Poitiers, amante del rey Enrique II, y Catalina de Medicis, esposa del rey digna de una película. Enrique II estaba completamente obnubilado por el amor de Diana de Poitiers; le regaló el castillo de Chenonceau, que habitó y embelleció, construyendo el puente sobre el río y el jardín que lleva su nombre.
Al morir el rey en un accidente, la venganza de Catalina de Medicis no se hizo esperar: le hizo devolver las joyas de la corona y la expulsó del castillo, en el que se instaló.
Catalina de Medicis construyó la hermosa galería sobre el puente y una zona de jardines que también lleva su nombre.
Para mi uno de los imprescindibles del Loira y de los más impresionantes, construido sobre las aguas del rio Cher es un auténtico castillo de cuento.
La preciosa galería sobre el rio Cher de 60 metros de largo (tiene 18 ventanales que le aportan una enorme luminosidad, el suelo ajedrezado y dos enormes chimeneas renacentistas en los extremos) fue testigo de las grandiosas fiestas y eventos que se celebraban en el castillo .
Las cocinas, instaladas en los sótanos del castillo, también se visitan y están equipadas con los útiles y menaje de la época, tiene una enorme chimenea del S.XVI y hasta una colección de cuchillos y utensilios de carnicero.
El exterior de Chenonceau está rodeado de bonitos jardines que proyectaron algunas de «las damas». Particulares aportaciones que embellecieron el entorno de este maravilloso castillo: el jardín de catalina de Medicis, el jardín de Diana de Poitiers, un laberinto y una granja del S.XVI
En verano es posible hacer un recorrido en piragua en el rio Cher y pasar por debajo de los arcos del castillo, una opción perfecta para contemplarlo desde otra perspectiva.
También durante los meses de Julio y Agosto es posible realizar una visita nocturna para descubrir el castillo de noche, en compañía de la música de Haendel, deber ser toda una experiencia.
La vuelta hasta Amboise recorre gran parte de la orilla del rio Cher, que en este tramo me pareció más salvaje que el Loira, más profundo y con vegetación más densa y frondosa.
Durante los meses estivales esta zona multiplica la oferta de ocio en el río; además de los clásicos recorridos en piragua, podrás dar un paseo en lancha, hacer esquí acuático, hay zonas habilitadas para el baño con chiringuito… un poco de todo.
Amboise
De regreso a Amboise las piernas piden dejar la bicicleta, así que aprovechamos para descansar, pasear y conocer un poco la ciudad.
Amboise es una ciudad muy animada.
No pudimos visitar su castillo, pero si dimos un buen paseo y nos perdimos por sus calles, que tienen mucho encanto. Hay una gran oferta de restauración y actividad comercial (heladerías, bares y restaurantes, boutiques y tiendas de artesanía).
👉En las noches de verano puedes disfrutar en el Castillo de Amboise de un espectáculo de luz y color, que sobre la fachada de su imponente castillo. Es un sensorial paseo por la historia, el lujo, los sucesos e intrigas del reinado de Carlos VIII.
En Amboise también puede visitarse la mansión de Clos Luce ,del S.XV, aquí residió sus últimos años Leonardo da Vinci y en sus sótanos pueden admirarse muchos de sus bocetos e invenciones.
Después de disfrutar de la ciudad cogemos el coche para dirigirnos a uno de los pueblos más bonitos de todo el valle: Montresor, que se encuentra ubicado a 46 km. al sur de Amboise.
En esta zona de Francia, en cada paso del recorrido descubrirás construcciones sorprendentes, rincones con encanto, restos del pasado señorial de toda la zona, como esta: la Chartreuse de le Liget.
Mantenida y habitada día de hoy, puede visitarse y conserva en su interior los restos de un monasterio medieval benedictino.
Montresor
El pintoresco pueblo de Montresor está incluído en la lista de los pueblos más bonitos de Francia, titulo que tiene bien merecido. Es muy pequeñito pero encantador, no darás un paso sin descubrir rincones increíbles a cada cual más fotogénico.
Tiene su propio Chateau, y otros dos construcciones importantes: la fortaleza, de la que se conservan dos torreones y la colegiata de Sant Jean Baptiste.
Pero sobre todo tiene ese ambiente tan romántico y tranquilo, aquí no hay prisas ni aglomeraciones, se respira calma y todo te invita a relajarte y disfrutar del entorno.
De vuelta a Tours hacemos pausa en el camino para cenar en un restaurante a orillas del Loira.
Un restaurante cueva, que como ya he comentado son muy típicos por aquí, donde tomamos unas galletes saladas (de salmón y cuatro quesos) con sidra de Bretaña. Un sitio tradicional, donde la t la cena es abundante riquísima, a muy buen precio 28 euros dos personas.
Tan cansados estamos que nuestra segunda noche en Tours tampoco vamos a conocerlo, porque este lugar ha de recorrerse sin prisa y disfrutarlo y las piernas no dan para más. Tours quedará para otra ocasión.
Quinto día: Azay-le-Rideu – Villandry- Langueais – Azay-le-Rideu
Alquilamos la bicicleta en Azay-le-Rideu, desde donde haremos una ruta circular para ver el Castillo de Villandry y sus famosos jardines, la ruta pasa por Langueais antes de volver a Azay-le-Rideu
El camino discurre en parte a orillas del rio Indre, que me pareció el más bucólico de los tres, el que más parece sacado de un cuento de hadas, al menos por esta zona del recorrido. El rio Indre es menos conocido que el Loira pero también tiene sus propios itinerarios para recorrerlo, aquí puedes ver los itinerario de este recorrido“L´Indre a Velo”
Castillo de Villandry
Nuestra primera parada : Castillo de Villandry, famoso más por sus jardines que por su castillo.
Es otro imprescindible en el Valle del Loira, no visitamos el interior, pero solo ver sus impresionantes jardines merece la pena (se puede pagar por la visita sólo a la zona de jardines o adquirir la entrada completa).
Los jardines del castillo de Villandry están organizados en distintas zonas: el Huerto, el Jardín del Agua, Jardín del Sol , el Jardín del Amor, el Laberinto. ..
Está todo tan perfectamente organizado y la vegetación tan cuidada que más bien parece un cuadro que unos jardines reales.
Plantas diseñadas, casi dibujadas a la perfección, colores perfectamente armonizados, muchos dicen que son los jardines más bonitos del mundo…podría ser, son increíbles. Un entorno perfecto que enmarca el bonito castillo de Vilandry.
La ruta es circular y vamos de vuelta a Azay – le Rideu, pasando por muchos parajes en la orilla del Loire y haciendo un alto en la ruta para comer en Langueais, cruzando a la otra orilla del rio.
Langueais
En este pequeño pueblo destaca su castillo: castillo de Langueais.
Langueais tiene un imponente castillo por su tamaño, que además está ubicado en pleno centro del pueblo.
Tiene un puente levadizo perfectamente conservado, enormes torreones y refinados jardines en el interior, además el pueblo tiene un centro histórico muy bonito.
Aquí está uno de los torreones fortificados más antiguos de Francia.
El castillo inicialmente construido con fines defensivos terminó siendo reformado y adecuado a fines de descanso y lujo. Parada más que recomendable
Azay le Rideau
Regresamos a Azay le Rideau, un pueblecito apacible que sigue manteniendo su característico ambiente rural, calles adoquinadas muy bien conservadas y un castillo precioso: chateau de Azay-le-Rideu, sobre el rio Indre.
El castillo es una pequeña joya renacentista, ubicado en una isla fluvial, y rodeado de jardines ingleses del S.XIX que ocupan casi ocho hectáreas.
Sus afilados torreones, con tejados de pizarra, le dan un encanto muy especial.
Las aguas del Indre rodean su foso medieval y reflejan su imponente silueta. Su interior está lujosamente decorado y amueblado.
Volviendo desde Langueais y antes de llegar a Azay le Rideu está el Chateau de L´Islette, del S.XVI y se llama así porque esta ubicado en una pequeña isla sobre el rio Indre, rodeado de agua y vegetación, se descubre un precioso castillo, parecido al de su vecino en Azay le Rideay.
Después de pasear y descubrir los rincones de Azay-le-Rideu, pueblo en el que merece la pena perderse y vagar sin rumbo, porque tiene rincones deliciosos, nos ponemos en marcha.
Vamos a conocer otro de los castillos que es parada imprescindible: el castillo de Ussé, le llaman también el Castillo de la Bella Durmiente porque el escritor Perrault se inspiró en él para escribir su famoso cuento.
Castillo de Ussé
Mentiría si no dijera que este era uno de los primeros castillos que estaba en mi lista de «imposible volver sin verlo».
Es un verdadero castillo de princesas encantadas, su inspiradora fachada te transporta directamente a un cuento.
Como muchos otros en esta zona, fue inicialmente una fortaleza defensiva del S. XII, después de distintas mejoras y transformaciones acabó siendo un palacio en el S. XV. Frente al castillo la capilla del S. XV.
No pudimos visitar su interior, porque ya era tarde, pero solo verlo por fuera merece la pena. Una autentica maravilla, que impresiona por muchas fotos que hayas visto o por mucho que esperes encontrar.
Los alrededores del castillo tienen mucho encanto, tiene un entorno muy bonito y bucólico.
El día ha sido largo, hemos estado en sitios increíbles, aquí en el Loira hay tanto que descubrir y tanta belleza que a veces crees que ya nada va a sorprenderte más. Pero resulta que si, recorres unos kilómetros y vuelves a encontrar otro lugar que te deja boquiabierta.
Antes de llegar a Saumur donde pasaremos nuestra última noche en el Loira, paramos en Chinón. No era uno de los lugares prioritarios , sin embargo fue uno de los que más me gustó de todos y de los que sin dudar incluiría en la lista de imprescindibles.
Chinón
Chinón es una ciudad medieval maravillosa.
Las vistas desde la parte alta de la ciudad nos descubren el estupendo casco antiguo, en perfecto estado de conservación: tejados de pizarra, callejuelas de casas entramadas y blancas fachadas señoriales, a orillas del rio Vienne.
Coronando la ciudad un gigantesco castillo compuesto por tres fortalezas, que vigilan los barrios antiguos a sus pies.
Mientras caminas por estas dos calles paralelas, además de disfrutar de su encanto, entre edificio y edificio, podrás contemplar las impresionantes vistas de la fortaleza desde abajo.
Haremos noche en Saumur, otra ciudad con encanto con un precioso castillo que corona la ciudad desde la colina.
No podemos dejar la zona del Valle del Loira sin visitar una de sus bodegas.
El Valle del Loira es rico en tradición vinícola, hay infinidad de bodegas algunas están ubicadas en antiguos palacios o en mansiones tradicionales y otras están bajo tierra, como la que nosotros visitaremos mañana.
Sexto día: Saumur – Bodega – Candes Saint Martin – Turquant
Nuestro último itinerario por la zona discurre por completo a lo largo del rio pedalearemos a lo largo de la orilla para visitar Turqant y sus cuevas trogloditicas, Montresoreau y la bonita villa de Candes-Saint-Martin,
Si te va el enorturismo, como es nuestro caso, no puedes pasar por aquí y no visitar una de ellas y además probar sus estupendos vinos.
Hicimos una visita a las bodegas de Louise de Grenelle por su peculiar ubicación: ubicada en el interior de la roca, bajo tierra, te permite hacer un recorrido subterráneo sorprendente, seguida de una generosa cata de sus vinos espumosos, blancos, rosados y tintos.
Kilómetros de calles bajo tierra, a 12 metros de profundidad, cada una con su nombre en una placa, como en cualquier ciudad.
Estas galerías subterráneas protegen las baldas donde maduran, con paciencia, sus 4 millones de botellas de vino de burbuja fina. Una visita muy bien instruida y comentada sin prisa, con el cariño de quien quiere dar a conocer lo especial de sus creaciones.
La visita también descubre curiosos detalles como la existencia de una sala donde realizaban, desde hace siglos, la primera cata de la nueva cosecha.
Al finalizar la visita puedes degustar sus distintas variedades, en los obradores de la bodega, y comprar algunas botellas para recordar buenos momentos desde casa.
Candes Saint-Martin
Este pequeño pueblo también está incluido en la lista de los 100 pueblos más bonitos de Francia.
Un conjunto de estrechas calles, inundadas de flores, en la rivera del Loira. Calles elegantes, de casas de blancas, paredes de piedra y techos de pizarra, que le dan un aspecto muy señorial.
Desde la Iglesia parte un camino que llega hasta la parte alta de la colina, donde se aprecian unas impresionantes vistas del Loira.
Esta zona no es famosa sólo por sus bodegas y sus pueblos pintorescos, también lo es por sus cuevas troglodíticas, casas escavadas en el interior de la montaña, en la propia roca .
Turqant
Actualmente muchas de las cuevas troglodíticas de Turqant se utilizan como bodegas (puedes degustar y comprar vinos elaborados en esta zona), como lugar de cultivo de hongos o como restaurantes y alojamientos.
A 10 km. de Saumur, podrás visitar muchos de estos curiosos conjuntos de casas cueva, incluso pueblos troglodíticos.
En este tipo de cuevas se cultivan los champiñones, desde hace más de 100 años. Las condiciones en el interior con óptimas para el cultivo de estos hongos y pueden visitarse en lugares como Champignonniere du Saut aux Loups o el museo del Champiñón.
Aquí puedes adquirir tus entradas para el Museo del Champiñon en Saumur y descubrir las curiosidades del cultivo de estos hongos e incluye la visita a una casa troglodítica.
Otra curiosidad de la zona es Le Grande Vignole, un impresionante complejo del S.XVI situado a 15 m. de altura.
En Le Grande Vignole puedes visitar una casa cueva por dentro y apreciar el modo de vida de aquella época .
Si quieres tener la experiencia completa, puedes alojarte y dormir dentro de la montaña o degustar la gastronomía en uno de sus restaurantes.
Y hasta aquí nuestro viaje de seis días por el precioso valle del Loira y sus castillos, hay que contar casi con día y medio completo para ir y volver, desde Madrid.
Como habéis podido comprobar, en una Ruta por el Valle del Loira en bicicleta hay mucho más que castillos.
Han sido seis días intensos, pero han quedado cosas pendientes como para organizar otro viaje: visitar algunos castillos como el de Valencay o Cheverny, caminar Tours y sobre todo seguir avanzando en el cauce el Loira y conocer Angers, Nantes y disfrutar de las muchas experiencias que este valle tiene que ofrecerte.
Aquí te dejo otras rutas impresionantes por Francia
Si te ha gustado el post comparte con quien esté interesado en organizar una ruta por este maravilloso rincón de Francia y si tienes comentarios o sugerencias, me encantará leerte