En este post voy a contarte nuestra ruta en coche por Rumania en 8 días, un impresionante recorrido de sur a norte descubriendo los secretos de Bucarest, recorriendo la misteriosa región de Transilvania y viajando en el tiempo por la bucólica y tradicional Maramures.
Nuestra ruta en coche por Rumanía
Cuando me planteé el viaje a Rumanía tenía mis dudas, leía los comentarios de muchos viajeros que habían tenido este mismo pensamiento antes de ir y que volvían hablando maravillas de este país. Rumanía es un destino bastante desconocido para nosotros y nada sobrexplotado por el turismo… aún.
Según comencé a organizar la ruta en coche por Rumanía en 8 días, a planificar recorridos, a indagar sobre su historia y a elegir los lugares que visitaría, empecé a presentir que ocho días se quedarían cortos.
Me encanta el turismo lento y todo eso, pero en este caso tuvimos que acelerar un poco, sin dejar de disfrutar a tope de cada momento.
El viaje fue increíble y dio para mucho. Nos permitió conocer y disfrutar de este estupendo destino.
Queda pendiente otro viaje porque, en el tintero se han quedado muchos lugares que bien merecen otra escapada: Los monasterios pintados de Bucovina en la región de Moldavia, la costa del Mar negro, hacia el suroeste la zona del Danubio, parques naturales con cuevas impresionantes, y rutas de senderismo para patear durante 100 días seguidos y no aburrirte.
👉 Cosas que debes saber antes de Viajar a Rumanía
- La moneda de Rumanía es el Leu, leis ( 1 euro equivale a 4,70 leis aprox), en algunos sitios más turísticos aceptan euros, pero en general tendrás que manejarte con la moneda local.
- En Rumanía no hay una red de transportes tan desarrollada como en España, por lo tanto, para poder aprovechar el tiempo al máximo y poder llegar a todos los lugares es recomendable el coche. Ten en cuenta que el transporte en coche allí es más lento que aquí, hay que contar con bastante más tiempo para los desplazamientos.
- La tasa de alcoholemia permitida en Rumanía es 0,0 así que cero alcohol en carretera porque podéis tener verdaderos problemas.
- La sanidad en Rumanía no tiene los estándares que en España, aunque es válida la Tarjeta Sanitaria Europea, conviene viajar con un seguro por lo que pueda pasar.
- No se necesitan enchufes ni adaptadores especiales, son los mismos que en España
- El clima es bastante extremo, inviernos muy fríos y veranos calurosos. Hay muchas zonas que encontrarás cerradas por nieve en invierno, los veranos para según que visitas pueden ser sofocantes. Según mi opinión la mejor época para viajar a Rumanía es la primavera o el otoño
- En la zona de Transilvania y Bucarest la gente habla bastante inglés por lo que no tendréis problemas para comunicaros. En todo caso la gente rumana es muy amable y harán por entenderos.
- Es un país muy seguro, no hagas caso de los prejuicios que tenemos en España, cuando vuelvas del viaje tendrás un concepto completamente diferente de Rumanía y su gente.
- En Rumanía la comida y la bebida es barata comparada con España. También alojarte es más económico que en el resto de Europa, y aunque no existen las masificaciones turísticas que en otros lugares, la oferta es amplia incluso en las zonas más apartadas.
Primer día: Bucarest, ciudad de contrastes
Quería conocer tantos lugares en 8 días, que no tenía muy claro si pasar un día entero en la capital no sería demasiado. Rotundamente NO me arrepentí, de ir con tiempo incluso hubiese pasado dos días para ver todo con más calma.
La ciudad me sorprendió muchísimo, me pareció mucho más «europea» de lo que esperaba, con más encanto y mucho más acogedora.
En un día completo en Bucarest puedes perfectamente conocer y descubrir los principales rincones de la ciudad, tirando de calzado muy cómodo y dándole sesión continua a las piernas.
Bucarest está situada al sur de Rumanía, y tiene algo más de 1,8 millones de habitantes. Conocida, a principios del S.XX, como la pequeña Paris del este presume de edificios estilo parisino, anchas avenidas y hasta un Arco del Triunfo.
La capital de Rumanía tiene zonas monumentales con bellos edificios neoclásicos, zonas más decadentes, construcciones que perdieron su brillo y esperan su momento. Grandes moles grises e impersonales que recuerdan su reciente pasado comunista, iglesias ortodoxas que son auténticos tesoros… un poco de todo.
Pero lo que sobre todo tiene esta ciudad es mucho mucho ambiente. Casi a cualquier hora, da igual lunes que viernes, mucha oferta gastronómica, bares y restaurantes con mucho estilo y propuestas de calidad. Esto me sorprendió también, la decoración y ambiente tan cuidado que tienen muchos de los sitios.
La mejor forma conocer Bucarest es caminar, caminar y caminar de la mañana a la noche. Así que calzado comodísimo y un poco de organización, para poder conocer rincones que no puedes perderte.
Una buena idea para empezar tu visita es contratar un free tour a primera hora. Te harás una idea amplia de la historia de la ciudad y esto siempre ayuda a comprender mejor su esencia.
Aquí te dejo un mapa con los puntos imprescindibles que tienes que visitar en Bucarest, para que no te pierdas nada 🙂
El Palatul CEC
La fachada del Palacio CEC, con su inconfundible cúpula de cristal, es una de las imágenes más representativas de la ciudad. Situado en Calei Vitorei, una de las avenidas principales y con más historia de Bucarest, alberga hoy en día la Caja de Ahorros de Rumanía.
El parlamento, plaza y boulevard Unirii
Una impresionante edificación sobre una pequeña colina, mandada construir por el dictador Ceaucescu, para demostrar al mundo el poderío del régimen comunista. Nada más y nada menos que 365.000 metros cuadrados, doce plantas, más ocho soterradas, y más de 1000 habitaciones.
Es el segundo edificio administrativo más grande del mundo, solo superado por el Pentágono. Para su construcción se destruyeron barrios enteros, iglesias y monasterios y los materiales fueron utilizados en esta macro construcción.
El Parlamento se puede visitar y las vistas desde la terraza son espectaculares. Frente al parlamento comienza el boulevard Unirrii, atraviesa la plaza Unirii y conforma una enorme avenida, intento de imitar algo parecido a los Campos Eliseos de París.
Horarios:
Desde Marzo hasta Octubre: todos los días entre las 9:00 y las 17:00 horas.
Desde Noviembre hasta Febrero: todos los días entre las 10:00 y las 16:00 horas.
Precio:
Adultos: 40LEI.
Estudiantes: 20LEI.
Niños entre 7 y 18 años: 10LEI.
Plaza de la Revolución
Visitar esta plaza es como recorrer un pedazo de la historia reciente de Rumanía. La preside un obelisco de 25 m. de altura, memorial de las victimas de la revolución del pueblo rumano contra la opresión comunista.
En esta plaza el dictador Ceaucescu dirigió infinidad de discursos, desde el palacio presidencial (el edificio del antiguo Comité Central del Partido Comunista Rumano).
Otros edificios se encuentran en la plaza de la revolución: la biblioteca de la Universidad de Bucarest, la iglesia Kretzulescu, el Museo de Arte de Rumanía o el lujoso hotel Athénée Palace,
Librería Carturesti
Dicen que es una de las librerías más bonitas del mundo. Y, sin duda, es preciosa, luminosa e impresionante.
La librería Carturesti está ubicada en un antiguo edificio, perteneciente a un banco restaurado y habilitado para albergar estanterías y más estanterías. Su oferta es el sueño de cualquier aficionado a la lectura.
Puedes recorrer las galerías de sus tres plantas, admirando la arquitectura de la construcción desde distintos ángulos. Escenario perfecto para hacer unas fotos envidiables y, si quieres estar un buen rato deleitándote con las vistas, puedes tomar algo en la última planta, que tiene un Bistró.
Pasajul Macca Vilacrosse
Es un bonito pasaje construido en 1891, con forma de U, está ubicado entre las calles Victoria y Lipscani. Las dos galerías tienen el techo de hierro y cristal dejan pasar la luz creando un bonito ambiente.
Las galerías del Pasajul Vilacrosse están repletas de bares y teterías para poder tomar un café, un tentempié o fumar una cachimba mientras haces un alto en tu ruta a pie por Bucarest.
Pasajul Victoria
Posiblemente una de las calles más fotografiadas de todo Bucarest, es la famosa calle cubierta de paraguas de colores. No es que la calle en sí tenga nada especial es este colorido tejado lo que le da su encanto.
Biserica Stravrolopeos
Es una preciosa Iglesia ortodoxa construida en 1724. Anexo a la iglesia hay un pequeño claustro de construcción posterior, pero que no desmerece nada. A mi personalmente fue la iglesia que más me gustó de todo Bucarest.
Si su exterior ya es espectacular, a pesar de su pequeño tamaño, el interior es una auténtica belleza de estilo brâncovenesc (renacimiento rumano desarrollado en la región de Valaquia – mezcla de estilos bizantino, otomano, renacentista y barroca).
Y aún tiene un aliciente más: las misas cantadas con música bizantina, deben ser dignas de ver y escuchar.
Catedral y palacio Patriarcal Ortodoxa
Es la sede del patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rumana, fue construida entre 1656-1658 y alberga en su interior los restos de varios patriarcas, entre otros los de San Demetrio de Basarabov, patrón de la ciudad de Bucarest.
Es bastante más impresionante en su interior y como todas las Iglesias Ortodoxas está exquisitamente decorada hasta el último milímetro: iconos pintados, lámparas de cristal, crucifijos de oro, retablos, paredes con preciosos frescos.
La luz se adentra a través de los ventanucos de la cúpula e inunda la iglesia de oro y color, predominantemente azul.
Iglesia Sfantui Anton
Está situada en la zona de Curtua Veche y tiene también un espectacular interior. Construida en el SXVI es la iglesia ortodoxa más antigua de Bucarest.
Curtua Veche (Antigua corte rumana)
En esta zona del centro histórico de Bucarest residieron durante años los antiguos príncipes de Valaquia, incluyendo al famoso Vlad Tepes, el empalador.
Detrás del antiguo palacio, que hoy está sin restaurar, hay incluso un busto de este personaje.
En este barrio estaban asentados también los gremios artesanos: sombrereros, tejedores, etc.
Aquí encontramos la famosa Posada Hanul, uno de los edificios más antiguos de Bucarest. Fue posada y restaurante para viajeros, aun conserva el suelo original de madera. Hoy en día funciona como hotel y restaurante que merece la pena visitar, es auténtico por dentro y podrás probar la comida tradicional rumana.
Ateneo Rumano
Otro edificio emblemático de Bucarest es el Ateneo Rumano.
Inaugurado en 1888, es la principal sala de conciertos y un icono cultural para la ciudad. Está ubicado en un edificio de forma circular, de estilo neoclásico y su construcción refleja ese intento de hacer de Bucarest una «pequeña Paris».
Si pasas más de un día en esta sorprendente ciudad, aún tienes mucho más por descubrir:
La Iglesia Rusa o Iglesia de San Nicolás. Según te acercas y ves entre los árboles sus doradas cúpulas, piensas por un momento si estás Rumanía o en Rusia. Estaba en obras de restauración, así que, no pudimos acceder al interior, pero ya solo verla por fuera fue todo un descubrimiento.
Museos de todo tipo y parques como el Parque Herastau, aquí se encuentra el Museo Etnográfico Satului en el que podrás hacer un recorrido al aire libre por los distintos tipos de construcciones tradicionales rumanas o el Parque Cismigiu, con un lago en el que se pueden alquilar botes a remo.
Si quieres más información puedes encontrarla en este link: Qué ver en Bucarest en 1 día
Despide tu día en Bucarest desde una azotea, podrás contemplar la puesta de sol sobre los tejados de la ciudad, mientras cenas o tomas una copa.
Dos sitios ideales:
Pura Vida – Está en el último piso de un hostel, en Strada Smardan 7, buena música y ambiente agradable.
Nomad Sky Bar– Strada Smardan 30 | 2nd Floor, puedes tomar algo o también cenar, decoración muy bonita y ambiente muy agradable.
Segundo día: Bucarest- Sinaia (Castillo de Peles)– Rasnov – Castillo de Bran – Brasov
Comenzamos nuestra ruta en coche por Rumanía en 8 días poniendo rumbo a Transilvania, una región atravesada de norte a sur por los Cárpatos, con una increíble naturaleza y ciudades con mucha historia.
Esta zona ha sido durante siglos disputada entre distintas civilizaciones y las fortificaciones y construcciones defensivas son el gran legado de ese convulso pasado.
Otro elemento que no se os escapará en Transilvania es la omnipresencia de Vlad Tepes, personaje real que inspiró la figura literaria de Drácula, el vampiro de la famosa novela de Bram Stoker. Si hablamos de Transilvania a todos nos viene a la cabeza el vampiro.
La figura de este sanguinario personaje está rodeada de misterio. Fue venerado y temido a partes iguales. Admirado como el héroe que defendía las fronteras del reino, frente a sus adversarios turcos, y cuyo nombre despertaba pavor por los terribles castigos que infligía a sus enemigos, de ahí su apodo (el Empalador).
Salimos temprano de Bucarest, después de recoger el coche de alquiler hacia Sinaia, un precioso pueblo a los pies de los montes Bucegi. Nos dirigimos a su monumento insignia : el Castillo de Peles.
Según avanzamos por la carretera el paisaje va cambiando para convertirse en montañas con frondosos bosques y casas con un estilo de construcción sajona, muy distinto al que estamos acostumbrados.
Castillo de Peles
El castillo de Peles es parada obligatoria en toda visita a Transilvania. Es un majestuoso castillo, tanto por dentro como por fuera, es lujo y suntuosidad en estado puro. Se utilizaron hasta 400 tipos de maderas para decorarlo y realmente sorprende la impresionante decoración de sus estancias.
Fue construido entre 1873 y 1914 por el rey Carlos I de Rumanía, con estilo neo-renacentista. Sobre todo se utilizaba como residencia de verano.
Su riqueza constructiva es increíble: la sala de honor, la sala de armas (con una pieza única en Rumanía que realmente me llamó la atención, una armadura completa para torneo tanto de guerrero como caballo), la biblioteca, la sala de audiencias, la antigua sala de música, el teatro.
Todo el recorrido es magnífico.
Precio de la entrada al castillo:
Adultos: 30LEI.
Estudiantes: 7,5LEI.
Jubilados: 15LEI.
Niños y personas con movilidad reducida: entrada gratuita.
El precio de la entrada no incluye el permiso para hacer fotos, si queréis inmortalizar el precioso interior hay que pagar un suplemento.
Horarios:
Desde el 15 de mayo hasta el 16 de septiembre:
De martes a domingo: de 9:15 a 16:15 horas (miércoles abre a las 11:00).
Lunes: cerrado.
Desde el 17 de septiembre hasta el 13 de mayo:
De miércoles a domingo: de 9:15 a 16:15 horas (miércoles abre a las 11:00).
Lunes y martes: cerrado.
Una vez finalizada la visita a este castillo nos dirigimos hacia la Rasnov y su ciudadela, donde aprovechamos para probar autentica comida rumana, en un restaurante con decoración tradicional.
En Rasnov hay bastante oferta de restaurantes tradicionales para comer antes de subir a visitar la ciudad fortificada.
Ciudadela de Rasnov
La ciudadela de Rasnov nos vigila desde la montaña. Debajo de la ciudad fortificada el nombre de la ciudad, al más puro estilo hollywoodense, nos saluda entre los arboles.
La visita a la ciudadela merece la pena, aunque sólo sea por las maravillosas vistas de la ciudad y los Cárpatos al fondo. Esta relativamente bien conservada, a pesar del paso de los años, y es una importante referencia turística de la región de Transilvania.
Rasnov es una antigua ciudad amurallada. Como muchas otras, se construyeron en esta zona sobre 1225 por los caballeros teutónicos, para defenderse de las incursiones turcas y tártaras.
Su posición estratégica, en el paso entre Valaquia y Transilvania, hizo que sufriera multitud de asedios, pero tan sólo en una ocasión consiguieron conquistarla en 1612, cuando los invasores encontraron la ruta de abastecimiento de agua.
En el interior se construyó un núcleo urbano con casas en las que se refugiaban los habitantes, una capilla, una escuela… Se ha reconstruido parcialmente y muchas de estas antiguas casas son hoy pequeñas tiendas de souvenirs
Rasnov tiene dos murallas una exterior y otra interior. Caminando entre lo que queda de las casas de la antigua ciudad la imaginación empieza a trabajar: como sería eso de estar meses, incluso años de asedio, haciendo vida en ese espacio, con el miedo continuo al ataque exterior.
Para acceder a la ciudadela podéis subir caminando, por un paseo adoquinado no muy largo, pero cuesta arriba (unos 15 minutos), o subir o en unos trenecitos que recorren la carretera. Arriba pueden adquirirse las entradas para visitar la ciudadela.
Horarios: Abierto todos los días de 9,00-18,00 h.
Precios:
- Adultos: 12 lei (2,50€ aprox.)
- Menores de 12 y estudiantes: 6 lei
- Funicular ida y vuelta (opcional, desde la entrada oeste en la ciudad): 5 lei
Castillo de Bran
A unos 25 km de la ciudadela de Rasnov se encuentra el castillo de Bran. Es el castillo de Drácula, el primero que aparece en todas las guías de turismo de Rumania, aunque realmente el legendario Vlad Tepes no llego nunca a vivir aquí. Se cree que sólo paso un par de días en las mazmorras del castillo, en su paso hacia la prisión de Bucarest.
Se conoce como el castillo de Drácula porque sirvió de inspiración a Bran Stoker para escribir su famosa novela. Los alrededores del castillo están, turísticamente hablando, bien aprovechados, decenas de chiringuitos con souvenirs y muchos artículos relacionados con figura del vampiro rodean la entrada.
El castillo tiene un exterior imponente, enclavado en lo alto de un risco de 200 m de altura y rodeado de los exuberantes bosques de Transilvania. Su arquitectura es única, formada por un entramado de torres y torreones que le aportan ese misterio que rodea a la leyenda del vampiro.
Se construyò sobre 1212 por los caballeros teutónicos y, aunque su interior no es tan impresionante como el exterior, merece la pena la visita para apreciar la belleza del castillo de cerca, ya que si no accedes desde la verja exterior nolo puedes contemplar en su totalidad.
Precios
- Adultos: 40 Lei (8,5€)
- Adultos +65: 30 Lei (6,5€)
- Estudiantes: 25 Lei (5,5€)
- Niños: 10 Lei (2 €)
Consulta en este enlace los horarios del : Castillo de Bran
Para terminar el día hacemos el recorrido hasta la ciudad de Brasov. Llegamos ya bastante tarde, nuestro alojamiento esta en plena plaza Stafului, un lugar perfecto para recorrer toda la ciudad y disfrutar de su animado ambiente, de día y de noche. Desde aquí comenzaremos la segunda etapa de nuestra ruta en coche por Rumanía.
Tercer día: Brasov – Prejmer – Carreterra de Transfagarasan – Lago Valea
Brasov
Brasov es una coqueta y turística ciudad del sureste de Transilvania. Tiene muy cerca la estación de esquí Poiana Brasov, por lo que tanto en invierno como en verano tiene mucha actividad.
Cuando llegas a la ciudad te reciben, desde lo alto del monte Tampa, las grandes letras con el nombre de la ciudad, igual que en Rasnov.
La ciudad está a unos 180 km al norte de Bucarest (unas dos horas y media en coche) y está rodeada de montañas tupidas y de bosques habitados por osos, por eso no es recomendable ponerte a pasear por los alrededores por la noche.
Un día completo es suficiente para visitarla, ya que a pesar de que tiene muchos lugares que descubrir, el casco antiguo no es muy extenso.
Lo mejor para conocerla es perderse callejeando, gran parte del casco viejo es peatonal, lo que facilita la visita.
Plaza Sfatului
Es el corazón de la ciudad. Rodeada de coloridas casas de origen sajón y repleta de bares y restaurantes de todos los estilos. En primavera o verano es un auténtico placer disfrutar comiendo en alguna de sus terrazas. De aquí parte la calle Republici, la principal calle comercial de Brasov, tan animada siempre como su plaza.
En la plaza se encuentran el antiguo edificio del ayuntamiento de 1420 y que hoy en dia alberga el Museo de Historia de Brasov, La Torre del Trompetista, fue una antigua torre de vigilancia, hoy cada hora interpreta sus melodías, la catedral ortodoxa o la Casa del Mercader de estilo renacentista.
La Iglesia Negra (Biserica Neagra)
Al lado de la plaza Sfatului se levanta majestuosa esta iglesia de 65 metros de altura. De estilo gótico, su nombre viene del color que tomaron sus muros, debido a un gran incendio ocurrido en 1689. Es uno de los monumentos más representativos de Brasov
A día de hoy puede visitarse y en su interior encontramos uno de los órganos más grandes de Europa con 4000 tubos. Los domingos se celebran misas luteranas en su interior
Murallas y bastiones defensivos de Brasov
Brasov conserva en muy buen estado su entramado defensivo, la Torre blanca y la Torre negra y el bastión Gaft. Fortificaciones defensivas que pueden además visitarse por dentro. Recorriendo las murallas vas pasando por los diferentes bastiones, que eran además habitados por los gremios: Laneros, Tejedores, Herreros…
Iglesia Ortodoxa de San Nicolás
Una preciosa iglesia ortodoxa del S.XIII que mezcla los estilos bizantino, gótico y barroco. Desde fuera llama la atención su alta torre central rodeada de otras cuatro más pequeñas
Su interior está cubierto por pinturas de vivos colores que decoran cada centímetro de sus muros y alfombras…muchas alfombras. Generalmente el interior de las iglesias ortodoxas está tapizado de alfombras.
La Iglesia y la escuela que se construyeron al lado fueron un importante centro espiritual en Brasov. Alrededor, hay un pequeño cementerio famoso porque «aloja» numerosos líderes y personajes históricos de Rumanía.
Sinagoga Neologa
Escondida sinagoga, que sigue funcionando como lugar de reunión de la Comunidad Judía, y de la que destaca su llamativa fachada. No pudimos visitarla porque estaban celebrando un acto en su interior. Curiosa imagen ver como los fieles atienden al culto todos con su kipá (el tocado judío)
En el exterior de la sinagoga hay un monumento a las victimas rumanas del holocausto judío.
Puerta de Ekaterina
Construida por el gremio de los sastres en 1559, esta construcción es original, se ha mantenido a pesar del paso de los años en un estupendo estado de conservación.
En Brasov podrás visitar una curiosa calle, la más estrecha de Europa la Strada Sforii (la Calle de la Cuerda), entre la calle Poarta Schei y la Strada Cerbului.
Tiene de tan solo 1,3 m de ancho, tus brazos podrán tocar ambos lados de la calle mientras recorres sus 85 m.de largo.
Un buen plan para acabar la visita a la ciudad es subir en teleférico al monte Tampa. El funicular que asciende a lo largo de los 960 m. de altitud, trepando entre el entramado de arboles y en 3 minutos nos ofrece unas espectaculares vistas de toda la ciudad de Brasov.
Horarios Funicular: Funciona diariamente de 9,30 a 17,00 h.
Precios:
Adultos– ida 10 Lei Adulto – ida y vuelta 17 Lei
Niños mayores de 12. – ida 6 Lei Niños mayores de 12 años – ida y vuelta 12 Lei
Dejamos atrás la ciudad de Brasov para dirigirnos a la carretera de Transfagarasan. Es la carretera más alta de Rumanía, tiene 90 km. que van desde Cartisoara al norte hasta Curtea de Arges al sur.
Antes de poner rumbo a la famosa carretera, cerca de Brasov (17 km.) hay una iglesia fortificada que bien merece una parada: Iglesia Fortificada de Prejmer.
Iglesia Fortificada de Prejmer
Hay siete aldeas fortificadas que pertenecen al Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en esta zona. Esta peculiar forma constructiva, de origen sajón, refleja la necesidad de los habitantes de concentrarse en recintos protegidos de invasiones y saqueos.
La Iglesia fortificada de Prejmer forma parte de este patrimonio histórico y está increíblemente bien conservada, sin duda una de las que más me gustó. Al entrar al recinto tienes la sensación de estar en el decorado de una película del señor de los anillos o algo similar.
Fue construida por los caballeros teutónicos entre 1211 y 1213. Sus muros de tienen 8 metros de espesor, torreones defensivos y un túnel subterráneo, que les permitía comunicar con el exterior para aprovisionarse.
Prejmer es una auténtica fortaleza donde resistían años de asedio.
La fortificación se organiza alrededor de la Iglesia. Hay distintos niveles en los que se ubicaban las viviendas en la parte interior de la muralla.
Pueden visitarse por dentro todas las antiguas construcciones y la réplica de la escuela y de las zonas de trabajo . Todo está en tal buen estado de conservación que cuesta creer que se construyera hace tanto.
La parte alta de la fortificación, la recorre un túnel defensivo, lleno de troneras desde las que observar sin ser visto y disparar sin ser alcanzado.
Puedes visitar la Iglesia fortificada de Prejmer por libre, subir y bajar por donde quieras y tomarte tu tiempo para disfrutarla y sacar unas fotos increíbles. El interior de la iglesia es sencillamente auténtico.
Muy cerca de Prejmer puede visitarse otra construcción de este tipo: la Iglesia fortificada la de Hartman.
Carretera de Transfagarasan
Esta carretera, imprescindible en un viaje a Transilvania, atraviesa las Montañas Fágaras, las más altas de los Cárpatos. Esta zona transilvana tiene una naturaleza espectacular y la carretera es la más alta de Rumanía y una de las serpientes de asfalto mas impresionantes de Europa.
La construyó el dictador Nicolae Ceaucescu, en apenas cuatro años, para poder asegurar el rápido acceso militar a las montañas en caso de invasión de la Unión Soviética.
Se inauguró en 1974 y hoy nos permite recorrer un paisaje maravilloso. Esta carretera no puede recorrerse durante todo el año, de hecho gran parte del invierno permanece cerrada por la nieve, por lo que para asegurarte la visita la mejor época es del verano al otoño.
Nuestra ruta comienza en la zona norte desde Cartisoara.
Comenzamos el ascenso atravesando un precioso bosque de abetos y empezamos a vislumbrar cumbres y picos según avanzamos por la carretera. En el trayecto hay muchos miradores y apartaderos que te harán parar a cada momento para contemplar las increíbles vistas.
Primera parada en la carretera: el acceso a la cascada Valea.
Este salto de agua se encuentra a unos 25 km de Cartisorara y hay una ruta de unas dos horas ida y vuelta, que parte desde la carretera y llega hasta la base de la cascada.
La ruta hasta la cascada Valea es sencilla y absolutamente recomendable. Unos 3 km ida y vuelta, que exige un poquito de forma física ya que, sobre todo el final es todo subida y hay zonas en las que las rocas están mojadas y resbaladizas.
El punto de partida es fácil de reconocer, se encuentra en una curva en la que hay bastantes puestos con comida típica y una pequeña zona para aparcar los coches. De este punto también parte un teleférico que llega hasta el Lago Valea.
Al terminar la ruta, de vuelta, puedes aprovechar para reponer fuerzas en uno de los puestos y probar alguna de las especialidades rumanas. Los dulces están buenísimos (podéis probar la Placinta, dulce tradicional rumano, moldavo y ucraniano, es una especie de bizcocho caliente relleno de frutas y está riquísimo)
Una vez acabada la ruta seguimos adelante por la zigzageante carretera, con increíbles paisajes pero en absoluto peligrosa.
El siguiente punto de parada es el lago Valea, desde aquí, podrás contemplar desde arriba las sinuosas curvas de Transfagarasan y disfrutar del precioso lago glaciar.
A pesar de lo impresionante del paisaje, la masificación del lugar lo desluce un poco, mucho coche, mucho chiringuito con recuerdos y comida típica, el teleférico. Para mi gusto hace que pierda un poco el encanto del entorno natural.
De ir con tiempo hay una ruta de senderismo que merece la pena desde el Lago Valea al Lago Capra. Hay que salvar un desnivel de 300 m. en dos kilómetros, por lo que la ruta es un poco exigente en cuanto a forma física. Desde arriba las vistas son impresionantes a juzgar por las fotos de otros viajeros.
Nosotros queremos ver demasiadas cosas y no podemos permitirnos la pateada sin renunciar a otra cosa. Pero Transilvania sin duda merece reservar días para hacer senderismo y descubrir a pie sus maravillosos paisajes.
Vamos a dormir en el complejo cabana Capra un hotel que está ubicado en plena carretera de Transfagarasan, en un entorno idílico y misterioso a la vez.
Dormir en estas habitaciones rodeado de los bosques frondosos, las cascadas, el silencio de la noche…! que estamos en los Cárpatos! Es una experiencia auténtica.
La carretera de Transfagarasan continúa hasta Curtea de Arges.
Antes de llegar hay una parada que merece la pena, sobre todo si vas siguiendo la estela del vampiro: el castillo de Poierani.
Este lugar parece ser el verdadero castillo en el que vivió Vlad Tepes, y aunque está prácticamente derruido, subir los 1500 escalones que conducen hasta acceso merece la pena, solo por contemplar las impresionantes vistas.
Cuarto día: Sibiu – Biertan- Shiguisoara
Seguimos avanzando hacia el norte en nuestra ruta en coche por Rumanía y dejamos atrás Transfagarasan para dirigirnos la preciosa localidad de Sibiu.
Sibiu (la ciudad que te observa)
Sibiu es una ciudad que tiene similitudes con muchos pueblos que puedes encontrar en localidades alemanas, por algo fue fundada por colonos sajones, invitados a establecerse aquí, para defender el territorio de pueblos invasores.
Es una ciudad de vanguardia a nivel cultural en Rumania y tiene mucho encanto. Puedes visitarla perfectamente en una mañana.
Las casas de Sibiu tienen unos originales tejados, cuyas ventanas parecen ojos que te observan y te siguen mientras caminas. Caminando por sus calles disfrutarás de una sucesión de coquetas fachadas de colores y unas murallas perfectamente conservadas.
La mejor forma de descubrir cada rincón es sin duda perdiéndose por sus calles y maravillándose con su preciosa arquitectura. Tiene tres plazas a cual más bonita
Plaza Grande (Piata Mare)
Es el centro neurálgico de Sibiu, una extensa plaza adoquinada y peatonal rodeada de sus famosas «casas con ojos» y fabulosos edificios como el Palacio Brukenthal de fachada barroca que hoy alberga el Museo Nacional.
Plaza pequeña (Piata Mica)
Tiene tanto o más encanto que la plaza grande, yo siempre prefiero los pequeños espacios coquetos.
Una plaza y otra se comunican a través de la Torre del consejo, es la torre del reloj, y se puede subir a ver las bonitas vistas de Sibiu.
En ambas plazas tienes muchísima oferta donde comer o tomar algo, ya que están llenas de bares y restaurantes.
La plaza Huet
En esta plaza se encuentra la catedral Evangélica que no pudimos visitar en su interior (se encontraba cerrada por obras de rehabilitación) pero es impresionante su exterior con sus cúpulas de colores.
Se accede hasta ella cruzando el puente de los Mentirosos.
El Puente de los Mentirosos
El puente conocido como el puente de los mentirosos conecta la ciudad nueva con la vieja.
Se construyó en el siglo XVII, inicialmente de madera, posteriormente la madera fue sustituida por hierro fundido.
Su nombre tiene el origen en una antigua leyenda que asegura que el puente puede oír las mentiras que se dicen cuando lo cruzas; una mentira contada sobre el puente y este comienza a crujir delator.
Calle Cetatii
Un paseo por la calle Cetatii te transportará a la Sibiu más medieval, aun conserva cuatro de las torres y las murallas de las antiguas fortificaciones que la rodeaban.
En esta calle se encuentra la famosa Torre de Turnul Dulgherilor (Torre de los Carpinteros) que aparece en todas las guías turísticas de Sibiu.
No puedes dar por acabada tu visita a Sibiu sin acercarte a la Catedral Ortodoxa de la Santisima Trinidad, tiene un exterior muy bonito pero lo verdaderamente impresionante es su interior.
Iglesia Fortificada de Biertan
Antes de dirigirnos a Siguisohara, donde haremos noche, hacemos una parada en la Iglesia Fortificada de Biertan.
La parada es obligatoria, está de camino y realmente merece la pena.
Es una de las siete Iglesias Fortificadas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y destaca sobre una colina.
Construida entre 1490 y 1516 por sajones transilvanos, es de estilo gótico y tiene una triple línea de murallas, siete torres y tres bastiones.
Los pueblos se organizan a lo largo de la carretera, que es a su vez la calle principal de la mayoría de ellos. Los habitantes, que en muchos casos visten sus trajes típicos, se sientan en las puertas de las casas y ponen pequeños puestos vendiendo los productos que obtienen del campo, frutas y verduras…
Shiguisohara
Por fin llegamos a Shiguisohara, una cuidadela medieval con un casco antiguo verdaderamente espectacular. Para mi una de las más bonitas que visitamos.
Tiene fama por albergar la casa natal de Drácula, en la plaza Cetaii, ya os anticipo que este es el menor de los encantos de la ciudad. La casa de Vlad Tepes puede visitarse y además alberga un restaurante y un museo de la tortura.
En la plaza hay tiendas muchas tiendas con souvenirs donde comprar artículos relacionados con el vampiro o productos artesanales típicos de la zona.
Sighisoara es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1999, fue fundada también por colonos sajones que se establecieron invitados por el rey en el S.XII. Otras ciudades sajonas en RumanÏa : Cluj, Bistrita, Sebes, Brasov, Medias y Sibiu
La ciudad está estupendamente preservada, aún conserva gran parte de la muralla y nueve de las catorce torres defensivas que la rodeaban. En Siguisohara pierdete por sus callejuelas empedradas, rodea el centro amurallado y déjate sorprender con sus casas de preciosas fachadas y la imponente torre del reloj.
El entorno natural de Sighisoara es espectacular.
La Torre del reloj es el símbolo de la ciudad, construida en el S.XIII, tiene 64 metros de altura rematados con una torre policromada y con cuatro torres más pequeñas en las esquinas. Dos relojes, uno en la fachada sur y otro en la norte muestran unas figuritas que van cambiando cada vez que da la hora.
La Torre del Reloj alberga en su interior el Museo de Historia. Se puede subir a la torre desde donde se contemplan unas preciosas vistas de la ciudad.
Merece la pena subir los 176 escalones de la curiosa Escalera Escolar (Strada Scolii) cubierta completamente de madera que sube hasta la parte alta donde se encuentran la antigua escuela y el cementerio sajón.
El tejado de madera que recubre toda la escalera servía de protección para la lluvia y la nieve a los niños que cada día subían a recibir clase. La antigua escuela puede visitarse. Arriba está también la Iglesia de la colina.
El cementerio Sajón tiene mucho encanto, por su ubicación en la parte alta de la ciudad, por tranquilidad que lo envuelve todo y porque está en un entorno muy bonito.
Las sepulturas son realmente pictóricas, se respira paz y calma y es un placer dar un paseo por el lugar, con todo el respeto del mundo que me inspiran estas cosas.
Hay otros edificios destacables en Siguisohara como la Iglesia del monasterio Dominico o la Iglesia Ortodoxa. Una buena idea es dar un paseo completo rodeando toda la zona amurallada del casco antiguo y los torreones que aún perduran, descubrirás rincones muy interesantes.
Hoy nos despedimos de Transilvania, habiendo descubierto muchos de sus preciosas ciudades sajonas, su increíble naturaleza y sus misteriosos castillos misteriosos y nos dirigirnos al norte de Rumania: Maramures.
Quinto día: Maramures y sus iglesias de madera
Seguimos nuestro recorrido en coche por Rumanía en 8 días, en dirección norte desde Transilvania. Llegamos a la región de Maramures, linda al norte con Ucrania y la conforman tres valles recorridos por tres ríos, Iza, Visseu y Mara.
Nuestro objetivo es conocer las famosas Iglesias de madera, aunque no es el único encanto de esta zona.
En Maramures puedes dejarte llevar por sus paisajes bucólicos de suaves colinas, sus densos bosques, campos de cultivo con balas de heno, trajes típicos, hospitalidad y arraigadas tradiciones .
Aquí recorrerás carreteras al lado de una carreta tirada por caballos, que regresan con su carga del trabajo, la bicicleta es el transporte oficial y veremos a los paisanos asistir a la celebración de la misa con su traje tradicional.
Para llegar hasta Maramures la mejor forma es el coche, las Iglesias están muy dispersas y a veces llegar a ellas en transporte puede ser tarea imposible. Además recorrer esta zona en coche te permite detenerte en los pequeños pueblos, disfrutar de los paisajes, respirar su modo de vida y sus tradiciones.
Las Iglesias de madera son en su mayoría ortodoxas: se construyeron durante los siglos XVII y XVIII, con la técnica de block bau: entrecruzando vigas de madera sin emplear clavos.
Los otomanos prohibieron la construcción de iglesias ortodoxas de piedra, por lo que surgió este precioso estilo constructivo que ha perdurado en el tiempo con la misma tenacidad.
Recorremos los 226 km que separan Sighisoara hasta Rogoz, nuestra primera parada, Este recorrido te llevará unas cuatro horas, no sólo porque vas a parar varias veces a disfrutar de los paisajes, es que aquí los kilómetros, como el tiempo, pasa más lento.
Toda esta región está llena de iglesias de madera, casi cada pequeño pueblo tiene la suya, pero entre todas ellas destacan las 8 que son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: Barsana, Rogoz, Plopis, Surdesti, Budesti, Desesti, Ieud e Izei.
Si impresiona ver las iglesias por fuera, con su imponente silueta de madera oscura y sus puntiagudas torres sobre el azul brillante del cielo, no deja de sorprender menos su interior. Cada centímetro de sus muros y techos están bellamente decorados, pinturas a mano que reflejan escenas religiosas y tradiciones ancestrales.
El horario de visita de las Iglesias suele ser de 9 a 17,00 h. pero, en muchos casos, cuando llegas las encuentras cerradas con un cartel en la puerta, con un número de teléfono al que llamar para visitarlas. Alguien viene abre la iglesia para ti y puedes entrar y en algunos casos pueden explicaros, en el caso de que hablen en ingles.
La entrada generalmente es gratuita, aunque admiten donativos que nunca están de más, para contribuir al mantenimiento de estas pequeñas joyas. En algunas pueden cobrar entre 3 y 6 leis que incluyen la visita y el permiso para realizar fotos.
Este es el mapa con la situación de las Iglesias de Madera patrimonio de la Humanidad.
En un par de días pueden recorrerse todas con tranquilidad. En nuestro caso, visitamos cinco en día y medio, porque teníamos varios puntos que queríamos conocer en esta zona, además de las Iglesias: el tren de Mocanita, el cementerio alegre de Sapanta y la prisión comunista de Sighetu.
Rogoz
Rogoz es la primera de las iglesias que encuentras si vienes desde Transilvania. Es la Iglesia de los Santos Arcángeles. Fue construida en 1663 con madera de olmo, su predecesora fue incendiada por los tártaros en 1661.
Una elevada torre acabada en punta y otras cuatro pequeñas puntas coronan un tejado asimétrico de gran belleza. Su interior es increíble, delicadamente decorado con escenas religiosas, se decoró posteriormente en 1785.
Sobre todo esta primera me impresionó mucho al verla por fuera, a pesar de las muchas fotos que había visto de este tipo de Iglesias. Estas iglesias siempre están rodeadas de un pequeño cementerio.
En la nave se reunían los hombres en la parte trasera lo hacían las mujeres.
Plopis unos 45 km al norte
A unos 45 km al norte de Rogoz, se encuentra la biserica de Plopis fue construida en 1798, destaca por lo afilado de su forma, una torre del campanario muy alta en comparación con una base que de lejos parece pequeña.
Estaban en obras de restauración de la estructura exterior, pero a pesar de ello pudimos entrar a contemplar su impresionante interior,.
Surdesti
Seguimos nuestro recorrido y a 6km de Plopis encontramos la Biserica de Surdesti – Dedicada a los arcángeles San Miguel y San Gabriel. Construida en 1766 es considerada una de las edificaciones más altas construidas con roble.
La torre de la Iglesia de Surdesti mide 54 metros, el edificio en total 72m. Tiene un exterior muy parecido a la Iglesia de Plopis. La gran aguja de su torre, rodeada de sus cuatro torrecitas impresiona en altura, vista de frente parece casi inestable.
Es típica la construcción de doble techo en este tipo de iglesias, podrás verla en muchas otras de esta zona.
En la cultura tradicional se relacionaba la altura de las construcciones religiosas con una mayor capacidad para que los mensajes a la divinidad llegaran donde tenían que llegar. Así estas iglesias tradicionales presumen de unas torres afiladas que se elevan imponentes sobre su pequeña base.
Es una iglesia de tradición greco-católica y no ortodoxa como las anteriores, de forma que las pinturas de los muros representan imágenes del antiguo testamento y pueden verse colgadas imágenes del Papa.
Budesti – Josani
A unos 30 km al norte de Surdesti esta la Biserica de Budesti. Construida en 1643 es una de las más antiguas. No tiene el campanario tan alto como las anteriores, pero a mi gusto es una de las más bonitas por fuera.
Se accede a su interior a través de una trabajada puerta de madera labrada y subiendo unas escaleras por las que accedes al pequeño cementerio que lo rodea.
No solo en las iglesias podemos ver estos artesanos y contundentes arcos de madera tallada. En muchas de las casas de la zona de Maramures puedes observar puertas y verjas ricamente ornamentadas sobre madera, parece casi un concurso para ver quien tiene la entrada más impresionante.
La encontramos cerrada cuando llegamos y ya era tarde, así que tuvimos que conformarnos con verla desde las ventanas, pero se aprecia todo perfectamente, ya que tiene un interior muy pequeño. Paños bordados, alfombras y bancos acolchados, las pinturas de los muros… todo cuidadosamente mantenido.
Alrededor de todas las iglesias se encuentra el pequeño cementerio, en el que lápidas de hace cientos de años se mezclan con las actuales. Hierro, madera y piedra se entremezclan con flores en un tranquilo y pacífico desorden.
Si seguimos conduciendo hacia el norte 39 km llegaremos a otra de las iglesias de madera Patrimonio de la Humanidad: Iglesia de Desesti.
El interior de todas las iglesias de madera de Maramures esta exquisitamente decorado centímetro a centímetro. Me impresionó especialmente la decoración de los frescos en sus muros. Historia plasmada en las paredes de madera, que transmite su tradición, sus enseñanzas y creencias y que ha permanecido durante siglos en los muros de estas encantadoras iglesias.
Sexto día: Tren de Mocanita y Monasterio de Barsana
El tren de Mocanita, recorriendo el Valle del Vaser
Recorrer el valle del Vaser en el tren de Mocanita es para mi una experiencia única en Maramures.
El tren de Mocanita es un antiguo transportador de madera, que sigue funcionando con locomotoras de vapor. Es el último tren forestal a vapor de Europa y utiliza tan solo madera como combustible.
A parte de la experiencia de viajar en este histórico tren, podrás recorrer el valle del Vaser (Valea Vaserului), que está ubicado en el Parque Nacional de las montañas de Maramures.
El tren comienza su recorrido en la estación de Viseul de Sus y va remontando el cauce del río lentamente, por sus estrechas vías de tan solo 66 cm de anchura.
El tren avanza despacio en un recorrido de espléndida naturaleza: verdes prados y frondosos bosques, imponentes y escarpadas paredes de roca. El silbido de la locomotora con su densa nube de humo y el traqueteo de los vagones, al modo en que lo hacían los viajeros 100 años atrás, hacen el recorrido único.
El trayecto completo dura tres horas ida y tres horas vuelta, 22 km, (más el descanso) que no se hacen largos en absoluto. Es idílico y recomendable al 100%
He de reconocer que iba ilusionada por probar esta experiencia y no me defraudó en absoluto. Durante el itinerario el tren realiza un par de paradas, puedes bajar disfrutar del entorno, tomar algo un pequeño kiosko con bancos y utilizar los baños portátiles si lo necesitas.
Al final del trayecto hay una zona de descanso al lado del río Vaser, con mesas y un bar en el que podrás comer distintos tipos de carne a la parrilla acompañada de ensalada de col y patatas fritas. La parada es amenizada con música y bailes típicos de Rumanía.
Es conveniente reservar con antelación los tickets para el tren de Mocanita. Puedes hacerlo directamente a través de su página web: https://www.cffviseu.com/en/home/. Tendrás la opción de reservar los tickets con la comida incluida o solo el ticket del recorrido en tren. Si optas por lo segundo no tendrás ningún problema en comer o beber lo que quieras en ninguno de los puntos de trayecto.
Séptimo día: Monasterio de Barsana – Cementerio alegre de Sapanta
Monasterio de Barsana
Después de la grata experiencia en el tren de vapor, que dura prácticamente todo el día, vamos a conocer un último punto en esta increíble zona de Maramures: el Monasterio de Barsana.
Este monasterio, ubicado en el valle de Iza, es un convento reconstruido en monasterio ortodoxo. Madera, piedra, unos jardines cuidadosamente mantenidos con muchas flores conforman un ambiente de armonía y paz.
Formado por distintos edificios, destaca como principal la Iglesia de la Presentación de la Virgen del Templo, que se trasladó aquí en 1806, aunque inicialmente estaba ubicada en el cerro Jbar.
Otro de los edificios que hay en el Monasterio de Barsana alberga un museo, donde podrás empaparte de la cultura y tradición rumana Hay una exposición utensilios del hogar, trajes típicos, paños bordados… También puedes comprar muchas artesanías típicas para llevarte a casa un pedacito de esta preciosa zona del norte de Rumanía.
La entrada al monasterio es gratuita. La entrada al museo tiene un precio muy bajo 1,5 leis y merece la pena visitarlo, es muy curioso.
El cementerio alegre de Sapanta
Estando en esta parte de Rumanía también merece la pena acercarse a uno de los cementerios más curiosos del mundo. Este lugar no inspira misterio, ni nostalgia ni tristeza, este cementerio es colorista y transmite energía y buen rollo.
Este campo santo tan particular se encuentra en la localidad de Sapanta, prácticamente en la frontera con Ucrania.
La idea de este curioso cementerio fue de un escultor local Stan Ioan Pătraş, quien en 1935 esculpió su primera tumba en madera de roble. Después siguieron muchas otras, hasta un total de 700. Hoy en día esta labor la continúa su discípulo Dumitu Pop.
Entrar a un cementerio y contemplar un estallido de color es algo a lo que no estamos acostumbrados. Todas las tumbas están personalizadas, decoradas y grabadas con la imagen del difunto según sus aficiones, manías, costumbres o causa de la muerte.
Acompaña a cada sepultura un mordaz epitafio, que describe de forma irónica lo más característico del personaje en vida, algún episodio de su vida, alguna enseñanza…. Están escritos en rumano, así que no entenderás nada pero así son algunos de ellos:
» Aquí descanso.
Stefan es mi nombre.
Tanto como viví,
me gustaba beber (…)
Tú que vienes de visita
a mi lugar de descanso,
deja una botellita de vino».
«Y otra cosa que me gustaba mucho era sentarme en una taberna acompañado de un vaso de vino y una mujer, siempre que fuera la mujer de otro”
El color azul con el que predominantemente están decoradas las tumbas simboliza el color del cielo, al que van las almas una vez abandonada la vida terrenal . Los motivos florales también están presentes en todos los diseños. Así, el cementerio más que un lugar de despedida dolorosa es un divertido guiño a la vida eterna.
En el centro del Cementerio Alegre hay una iglesia Ortodoxa multicolor que pone otra nota más de alegría a todo el conjunto.
Nuestra visita coincidió en domingo, doble aliciente porque puedes ver como los vecinos acuden con sus trajes típicos a la celebración de la misa. Además pudimos escuchar los cánticos del sacerdote, una misa cantada, toda una experiencia.
El precio de la entrada es de 5 lei para los adultos y su horario es de 9,00 a 18,00 h, de lunes a domingo.
Puede visitarse también la casa memorial de el artista de este curioso rincón de Maramures, Stan Ioan Pătraş. Actualmente allí está ubicado el taller de su discípulo y continuador de su tradición.
Prisión de Shigetu Marmatiei
Muy cerca de Sapanta y otra visita imprescindible para conocer la autentica historia de Rumanía es el Museo Prisión de las victimas del comunismo en Rumania, la Prisión de Shigetu Marmatiei. Un enfoque completamente diferente al alegre cementerio que hemos visitado, pero que sin duda nos ayuda a entender y conocer parte del pasado reciente de este país.
La prisión muestra las duras condiciones que sufrían los prisioneros, intelectuales, políticos, religiosos y las atrocidades que tuvieron que soportar durante el régimen comunista.
Que comer en Rumanía:
Parte de viajar es conocer las costumbres gastronómicas y los platos típicos de un lugar. Rumanía tiene una rica gastronomía, platos potentes y sabrosos que ayudaban a soportar los fríos inviernos.
Como entrante es muy típico una sopa, vayas donde vayas podrás pedir una sopa.
Sus Chiorbas (sopas), gustosas y especiadas entonan el cuerpo y las hay de todo tipo. Generalmente llevan verduras y carne, las más típicas con Ciorbă de burtă (sopa de callos), Ciorbă de perişoare (sopa de albóndigas) y la Ciorbă de Fasole (legunbres, verduras y carne servidas dentro de una hogaza de pan)
Sarmale, carne, cebolla y arroz envuelto en hojas de col, que previamente han estado encurtidas, todo se cocina al horno y es francamente sabroso. El un plato que se consume mucho en las celebraciones rumanas.
Muy típicos tambien los Mititei, salchichas muy finitas y especiadas hechas con carne de varias clases y por lo general a la parrilla.
La Paprica es otro guiso a base de pollo o carne de cerdo con cebolla y otras verduras, al se le añade además una especie de buñuelos elaborados con agua y harina que aportan mayor consistencia al guiso.
Mâmâligâ, es un acompañamiento a muchos platos, elaborado con de harina de maíz, que actualmente aún se cocina en un recipiente de cobre. Es una especie de polenta que también se puede condimentar con mantequilla o queso, con nata.
En cuanto a los dulces no puedes dejar de probar los Kürtőskalács, elaborados con una masa fina enrollada sobre un cilindro y espolvoreado de azúcar, se hacen girando sobre las brasas.
El otro dulce por antonomasia de Rumania son los Papanaşi, una especie de rosquilla frita, rellena de queso cremoso y bañada con nata o crema agria y frutos rojos.
Si a estas alturas necesitas un buen digestivo para estos contundentes platos, prueba con un chupito de Tuica. Es la bebida tradicional, es como nuestro aguardiente pero a la rumana. Se elabora con ciruelas y la suelen tomar como aperitivo. En invierno a veces la sirven caliente.
Espero que te haya gustado esta ruta en coche por Rumania en 8 días. Déjame tus comentarios y sugerencias, recomendaciones que se puedan añadir o curiosidades sobre este maravilloso país. ¡Te leo en comentarios!
He leído toda vuestra información y además de haber aprendido cosas sobre Rumanía me ha sido de gran utilidad para confeccionar una ruta por ese país al que en breve iré de viaje.
Muchas gracias por vuestras fotos y explicaciones.
Encantada de que te haya sido útil Arturo.
Gracias por tu comentario.
Hola, ¿con 7 días aconsejáis hacer una ruta circular o lineal? Es decir, llegar y salir desde Bucarest o por el contrario aterrizar en Bucarest y marchar el último día desde otra ciudad. Gracias
Hola Ana
Si vais a hacer 7 días yo haría una ruta lineal, de forma que aprovechéis todo el tiempo conociendo lugares, si no tendréis que contar con parte de vuestro tiempo para conducir de vuelta. Una cosa que además debes tener en cuenta es que en Rumanía las carreteras son más lentas que aquí en España.
Yo volaría a Bucarest y cogería el vuelo de vuelta en la ciudad más cercana en la que acabe vuestro recorrido.
Espero te sirva y disfrutéis el viaje!