En el corazón de la Ruta de las Mil Kasbahs, entre paisajes áridos y montañas imponentes, se encuentra el Valle de las Rosas. Este rincón de Marruecos, regado por el río Dadés y enmarcado por la belleza agreste del Alto Atlas, se transforma cada primavera en un tapiz de colores y aromas, al llegar la época de floración de las rosas damascenas.
El Valle de las rosas es además el alma de una industria centenaria, donde la destilación del aceite de rosas es todo un arte y principal forma de vida de los habitantes de la localidad de Kelaa M’Gouna.
Un valle mágico en la Ruta de las Kasbahs
El Valle de las Rosas se encuentra en la región de Drâa-Tafilalet y debe su nombre a las flores que allí se cultivan: las rosas damascenas.
Este lugar, regado por el río Dades, forma parte de la famosa Ruta de las Mil Kasbahs, un recorrido salpicado de fortalezas de adobe, oasis, palmerales y muchos de los paisajes naturales más rotundos de Marruecos.
Cada primavera, este valle se viste de color rosa. Es el momento en el que millones de rosas florecen, impregnando los campos de color y el aire con intensos aromas.
No se forman mantos de rosas al estilo de las lavandas en la Provenza, ya que la floración de esta planta es más dispersa, pero el ambiente, su aroma y los millones de rosas llenan el valle de magia.
¿Dónde está el valle de las Rosas?
En el valle por el que discurre el río Dades se encuentra el pueblo de Kelaa M´gouna, a unos 100 Km de Ouarzazate. En este pueblo comienza el Valle de las Rosas y se extiende durante 30 Km hacia las laderas del Monte Mgoun.
Todo el valle sorprende por los contrastes, entre la roca rojiza, el verde repentino de oasis y palmerales, picos, cañones y montañas rocosas y la infinidad de kasbahs que salpican el recorrido.
La Rosa Damascena: el tesoro del Valle
El Valle de las Rosas de Marruecos, además de por su belleza natural, es conocido por su producción de aceite de rosas y por su espectacular Festival de las Rosas, que atrae a visitantes de todo el mundo.
La rosa damascena es una flor originaria de Persia, llegó a Marruecos hace siglos y encontró aquí unas condiciones perfectas para su cultivo. Diminuta y de pétalos apretados, no es la variedad más bella, pero se adaptaba perfectamente a este clima y tiene unas excelentes propiedades.
Aquí, cada año, se cultivan entre 3.000 y 4000 toneladas de rosas. Parece mucho, pero hay que tener en cuenta que es necesaria casi una tonelada de pétalos para elaborar un kilo de aceite esencial.
La localidad principal del valle es Kelaa M´Gouna, tiene alrededor de 11.000 habitantes y su economía gira en torno a esta flor. Gran parte de la cosecha se exporta a países de Europa y Norteamérica, que utilizan la esencia de las rosas para elaborar perfumes y productos cosméticos.
La recolección y extracción de sus aceites sigue haciéndose mediante un proceso completamente artesanal.
La cosecha se realiza al amanecer, cuando las flores están en su punto máximo de fragancia. Leyenda o no, se dice que la flor es tan delicada que solo puede ser recogida por manos femeninas.
Se extrae el aceite esencial mediante alambiques, por destilación, en un proceso que requiere miles de pétalos para obtener unas pocas gotas de este preciado elixir.
En toda esta zona pueden visitarse cooperativas locales donde se elaboran infinidad de productos derivados: Perfumes, cremas, aceites esenciales, jabones y aguas de rosas. Visitando una de ellas, aprenderás sobre todo el proceso de recolección, extracción y transformación del aceite de rosas, además puedes comprar productos artesanales
¿Cuándo visitar el valle de las Rosas?
Este valle y sus aldeas pueden ser visitados en cualquier época del año, pero hay un momento especial para hacerlo, a finales del mes de abril y principios del mes de mayo. Porque en esta época los campos están florecidos, se realiza la recolección de la cosecha y tiene lugar la celebración del Festival de las Rosas.
Aunque si visitas el valle en cualquier otra época, hay mucho que hacer por aquí:
. Rutas de senderismo entre los palmerales, huertos de cultivo y pueblos bereberes.
. Visitar las Cooperativas de destilación, para descubrir los secretos del proceso artesanal del aceite de rosas.
. Visitar Kasbahs históricas cercana, como la de Aït Ben Haddou (Patrimonio de la Humanidad).
. Desde aquí también puedes realizar Excursiones al desierto de Merzouga (Erg Chebbi).
El festival de las rosas: un espectáculo de aromas y color
En los meses de Abril y Mayo, se produce la espectacular floración de los campos y se puede asistir a la recolección y celebración de la cosecha, durante el Festival de las Rosas.
Este festival de las Rosas es una celebración de tradición bereber. Hasta cuatro días llenos de alfombras de flores, danza, música y mercados con productos artesanos.
Las mujeres se engalanan con sus kaftanes adornados de pétalos y se elige a la Reina de las Rosas. Toda una experiencia para conocer de cerca las costumbres de esta zona de Marruecos.
Cómo llegar al Valle de las Rosas
Para llegar en coche o autobús, desde Marrakech, tendrás que conducir unas 6 horas en coche, por la Ruta de las Kasbahs. Primero llegarás a la ciudad de Ouarzazate, desde aquí tienes menos de dos horas para llegar a Kelaat M’Gouna.
Antes de llegar hasta aquí es una idea estupenda conocer Marrakech con un tour guiado, no hay mejor forma de conocer un lugar como que te lo cuenten.
Desde Ouarzazate, otra ciudad importante en la región, se puede tomar un taxi o un autobús compartido que llegue directamente a Kelaa M’gouna, en menos de 2 horas.
Desde Fez hay 8 horas de trayecto por carretera, pasando por el Medio Atlas y el valle del Ziz.
Pero el valle de las rosas se extiende hasta Bou Tharar, a 11 kilómetros de Hdida, que es uno de los pueblos más bonitos que ver en el valle de las Rosas. Allí podréis hacer alguna ruta de senderismo, para disfrutar del paisaje con las montañas de fondo.
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Consejos para hacer la Ruta de las Kasbahs
Y tú, ¿Conocías el Festival de las Rosas? Me encantará leerte en comentarios