Cada año, en el mes de Enero, en uno de los rincones más altos de Extremadura, se celebra una mascarada de invierno muy peculiar. Simboliza la lucha contra el mal, encarnado por Jarramplas.
Jarramplas, tradición centenaria
El Piornal está situado en plena Sierra de Tormantos, a 1.175 metros de altura. Es unos de los pueblos que pertenecen al Valle del Jerte.
El aislamiento de este lugar, hasta el que no llegó una carretera en 1927, ha propiciado que se mantengan tradiciones y ritos, que vienen celebrándose desde hace cientos de años.
Una de estas tradiciones es Jarramplas.
La fiesta de Jarramplas tiene origen precristiano. Es un rito mitad religioso, mitad pagano en el que, a la vez, se celebra la festividad de San Sebastián, patrón del pueblo.
Durante los días 19 y 20 de Enero, el Ayuntamiento pone a disposición de los vecinos hasta 33.000 kg de nabos, con los que los castigarán, de forma inclemente, a Jarramplas.
El pueblo queda cubierto: fuentes, calles, escaleras. Igual que si hubiera habido una nevada de nabos.
Jarramplas es una de esas tradiciones centenarias, que tenemos en muchos pueblos de España. Coloristas y peculiares como el carnaval de Almiruete, Los Botargas y Mascaritas.
Una mascarada de invierno que está profundamente arraigada en los piornalegos.
Jarramplas no es solo una fiesta costumbrista, es parte la identidad del Piornal, la sienten con orgullo y la viven con pasión.
¿Quien es Jarramplas?
Jarramplas parece un ser demoníaco.
Porta una gran máscara cónica de enormes cuernos, una nariz también de grandes dimensiones y una crin, que agita de lado a lado cuando camina.
Dos grandes ojos y una boca de dientes afilados le dan ese aspecto mezcla entre demonio, ser mitológico y animal salvaje.
Su traje está hecho con multitud de retales multicolor, lo que contrasta con el aspecto feroz que tiene la máscara.
Bajo este curioso disfraz, Jarramplas tiene que llevar una especie de armadura protectora. La protección está hecha de fibra de vidrio y otros materiales, que impiden que los golpes le hagan daño.
Este traje interior pesa casi 50 kg y el mozo que da vida a Jarramplas tiene que soportar su carga durante sus paseos por el Piornal.
Al principio la tradición sorprende y te preguntas por qué se empeñan todos en disparar sin piedad, y con mucha fuerza, a esta figura enmascarada.
Qué simboliza el personaje de Jarramplas
Los orígenes de esta fiesta no están del todo claros. Dicen que proviene de un castigo que los vecinos del pueblo le propinaron a un ladrón de ganado: comenzaron a lanzar piedras, verduras y todo lo que tenían a mano para expulsarle.
En una economía de subsistencia, en la que la ganadería era la principal forma de vida, robar una pieza de ganado era algo imperdonable.
Como casi todas las mascaradas o las fiestas de carnaval, el final del invierno y la llegada de la próxima primavera es el momento de los rituales. Es tiempo para ahuyentar los malos espíritus, alejar las malas cosechas e invocar la fertilidad.
Como he comentado, el origen de la fiesta es pre cristiano, aunque una vez que los Reyes Católicos reconquistaron la península muchos de los ritos paganos se cristianizaron. Esta celebración está asociada a San Sebastián, el patrón del pueblo y ha sido declarada de Interés Turístico Nacional.
San Sebastián fue un centurión romano, convertido a la fe cristiana y torturado por el emperador de Roma, para que renunciase a ella. La iconografía de su martirio representa a San Sebastián atado a un palo o a un árbol, con todo el cuerpo atravesado por flechas.
Jarramplas podría representar los martirios y castigos a los que fue sometido San Sebastián.
A San Sebastián se le viste y adorna para sacarlo en procesión, se le hacen ofrendas y peticiones y se le canta “la Rosca” y “las Alborás”.
Jarramplas sale de la Iglesia de San Juan Bautista y recorre las calles del pueblo tocando un tambor, con lo que allí llaman cachiporras. Recibe una constante avalancha de nabos allí donde vaya.
A pesar de que no me parece nada envidiable la experiencia de personificar a Jarramplas, siendo literalmente apedreado, los vecinos del piornal viven esta tradición con intensa emoción.
Es un orgullo para ellos poder dar vida este colorido y aterrador personaje una vez al año. Tanto es así, que hay piornalegos inscritos para ser Jarramplas hasta 2052. Muchos de ellos están inscritos desde niños y otros esperan hasta 15 años para poderse meter en el pellejo de esta figura.
¿Cuándo se celebra Jarramplas?
Esta curiosa tradición de El Piornal se celebra los días 19 y 20 de Enero, cada año.
El demonio danzante, que toca el tamboril y agita sus crines, siempre va a acompañado de un séquito de mayordomos y un grupo de amigos.
Le ayudan, asisten y animan, además de sufragar parte de los gastos de la fiesta.
A veces Jarramplas grita, hace señales y le permiten parar un momento. Recibe el apoyo de sus mayordomos y toma un respiro, antes de volverse a enfrentar a lo que le va a caer encima. A veces se sienta, a veces se arrodilla y extiende los brazos. Nunca paran de lanzarle nabos.
33.000 kilos diluvian por el Piornal. Todos contra Jarramplas, que va de un lado a otro sin rumbo fijo.
Más vale no quedarse atrapado en una calle estrecha por la que llega Jarramplas, porque puedes recibir el mismo castigo que él.
Jarramplas sale dos veces al día (el 19 y 20 de Enero):
Por la mañana a las 12,00 h.
Por la tarde a las 16,00 h.
El museo de Jarramplas.
Esta tan arraigada esta tradición, que hasta tiene su propio museo, que merece la pena visitar.
En el museo se explica con detalle el origen y significado de esta fiesta.
Aquí te dejo la información sobre El museo de Jarramplas.
Podrás entender los orígenes, apreciar los detalles del traje, ver la pesada estructura protectora que visten debajo. Tienen expuestas distintas máscaras, de diferentes ediciones y podrás darle explicación a mucho de lo que veas y sientas en esta fiesta.
Las fachadas pintadas de El Piornal
En tu visita a Piornal, verás muchas de las fachadas de las casas decoradas con murales pintados.
Es lo que aquí se conoce como la ruta de las “Fachadas Pintás“.
La temática de estas creaciones gira en torno a la tradición, cultura y folklore de la zona. El recorrido está señalizado y es tanto un reclamo turístico y como parte de la identidad de este pueblo jerteño.
Y tú ¿Conocías esta curiosa celebración del valle del Jerte? Yo soy una fan de estas costumbres y tradiciones, parte de la identidad de los pueblos ¿Conoces otras tradiciones peculiares que te hayan sorprendido? Te leo en comentarios.